Probamos el hummus y los pinchitos de carne picada y de pollo con arroz y patatas. Todo espectacular. El hummus otro nivel. Recomendadísimo. No venden nada de alcohol.
La mejor comida árabe que he probado. Totalmente casera. La cocinera (también dueña) es de origen sirio, y es muy atenta. Excelente relación calidad precio. Gran amabilidad y servicio. Es pequeño pero muy acogedor y auténtico, con decoración y ambiente de esta cultura.
Grata experiencia. Fuimos muy bien atendidos y la comida casera, estupenda: falafel, mutabal, tabbouleh, tajien de ternera y mansaf. Terminando con un té y unos dulces de pistacho y almendras. Todo riquísimo.
De primeras por teléfono han sido muy amables. El restaurante es pequeñito pero muy muy acogedor. Hemos comido dos clásicos: Hummus y Falafel. También hemos pedido Toshka. Estaba todo DELICIOSO. Hemos querido acabar con un té y nos han invitado a un dulce. Toda la comida era casera y recién hecha. Muy recomendable y para repetir y probar toda la carta.
Muchísimas gracias por todo.
Una joya en el corazón de Córdoba. Comí el filete de ternera con arroz y ensalada muy delicioso.
Sitio pequeño donde pueden caber 8 a 10 selectos comensales en total, pero que serán atendidos por el dueño sirio con todo su encanto y simpatía informándote sobre la calidad y peculiaridad de sus platos. Nos ha sorprendido el salmorejo sirio a base de berenjena asada. Buen enplatado y servicio en mesa. Precios razonables en cuanto a los entrantes. Los platos principales son contundentes. Un lugar que hay que venir a descubrir si eres un sibarita de la cocina.
Un acogedor lugar atendido por sus dueños.
La atención fue sumamente amable y eficiente.
Todo lo que probé estaba muy bien, pero particularmente el falafel era delicioso, entre los mejores que he probado.
Otro valor agregado es que esta un poquito alejado del bullicio del centro histórico pero sigue estando a pocos minutos andando.
Todo buenísimo. Restaurante pequeño pero con encanto y una calidad de 10, tanto la comida como el trato. Venimos a pasar 3 días en Córdoba y vamos a repetir.
El lugar es pequeñito y sólo una persona, la dueña, cocina y atiende. Necesita estar un poco más atenta con respecto a limpiar el baño y tener papel y demás. La comida está muy fresca con un gran sabor. La ensalada, el falafel y el arroz deliciosos. La limonada con hierbabuena excelente.
Es un sitio muy acogedor. Con buena relación calidad precio. El personal muy simpático y atento. La comida buenísima y mucha cantidad. Ahí no pasas hambre.
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