Fidel Merodio Quinzaños
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Situado en un lugar inmejorable, cerca de la catedral, con sus buenos pintxos, y un cafe estupendo, hacen del lugar un sitio ideal para pasar un buen rato, sin contar el buen hacer de los camareros.
Me encanta por todo su café delicioso, su gente sin palabras más que encantadora y sus pintxos y el sitio increíble
El café está buenísimo. La croissant un poco vacía para mi gusto, pero estuvo bien. Excelente atención 🙌🏻.
Muy majos. Tortilla y txacolí buenos a un precio inmejorable al lado de la catedral.
Un local muy amplio con pequeña terraza para degustar desde un chocolate con churros hasta sus deliciosos sanwich recién hechos....y con un servio de 10....qué más se puede pedir?
Buen sitio para desayunar. Tienen varias combinaciones de desayuno y fue tentador pedir un pintxo de buena mañana. La atención fue muy buena y pudimos desayunar tranquilos.
Muy buen chocolate con churros!!! Con muy buena atención del camarero.
El camarero nos ha atendido súper simpático, un servicio muy agradable. Tatareaba mientras preparaba el desayuno, y eso le alegra el día a cualquiera!
El precio de los desayunos, muy bueno, teniendo en cuenta el tamaño. El pastel, muy fresquito, del día, y de unas dimensiones que no te quedas con hambre, y el pintxo de tortilla, más de lo mismo.
Bar familiar muy cercano, volveremos
Bar agradable para tomar algo. Limpio, tranquilo, con mesas en el interior. Se echan en falta las tortillas a primera hora de la mañana para el desayuno. El trato del personal muy agradable y correcto.
Buscábamos donde desayunar a eso de las 8:30 de la mañana y nos sorprendió que las cafeterías estaban cerradas, hasta que encontramos el Café 91 casi de casualidad. El camarero (no se si era Gonzalo o Gorka) nos atendió muy amablemente, canturreando en la barra y con su desayuno nos animó a empezar el día de la mejor forma. Enhorabuena.
Lugar agradable, con pinchos, cosas preparadas al momento y sobre todo tienes la posibilidad de tomar un chocolate con churros
Si viviera en Bilbao vendría aquí cada día. El camarero es un crack, super amable, majo, divertido…un claro ejemplo de alguien que vive su profesión. Ah! Y los desayunos buenísimos
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