Excelente restaurante!!
Un local muy acogedor, donde han sabido conservar la esencia del sitio. Con bigas antiguas y decoración muy acertada con toques actuales.
Comida espectacular. TODO, sin ninguna excepción. Cada plato que hemos probado nos ha encantado.
La mantequilla con un toque de naranja, las croquetas, la tortilla, los canelones…Todo muy trabajado y pensado, con productos de temporada y de calidad
Cuando algo se hace con ganas, eso se nota, asi que felicidades porque sois la definición de lo que debería ser un restaurante. Des de cocina hasta el servicio en sala, top!
La comida estaba buena, pedimos el canelón y la Sosenga y este segundo para mi fue el mejor sin duda. La tarta de queso esperaba mucho más sabor a queso y mejor textura, demasiado líquida y seca en los bordes, y solo sabía a leche. El ambiente ha sido lo que menos nos ha gustado, mucha gente en poco espacio, poco íntimo, agobiante.
Gran descubrimiento de nuestro reciente viaje a Barcelona, este pequeño restaurante, de comida típica catalana, recomendado por uno de los guías de los tours que hicimos, y encima super céntrico a pocos minutos de plaza Cataluña.
Tuvimos un "pequeño problemilla", pues hicimos la reserva por su web, donde decían que no había problemas en ir con un carrito de bebé como era nuestro caso, pero cuando llegamos allí nos dimos cuenta que era bastante complicado maniobrar con un carrito por las dimensiones del local y la disposición de las mesas :)
La señora que nos atendió, nos explicó el malentendido con la página web de reservas, y con toda la paciencia del mundo, nos ayudó a plegar el carrito y subir con el bebé y el carrito a la zona superior donde cenamos mi pareja y yo de maravilla.
La carta estaba únicamente en catalán y en inglés, así que como no nos enterábamos de la mitad, el camarero muy amablemente nos explicó todos los platos y nos recomendó muy bien diferentes platos para compartir.
Efectivamente como dijo nuestro guía, es un sitio estupendo donde probar comida más típica de Cataluña, aunque está complicado para ir con un carrito de bebé o una silla de ruedas.
No tiene muchas mesas así que asegúrate de reservar con tiempo pues estaban casi todas las mesas ocupadas cuando fuimos.
En poco tiempo se ha convertido en un restaurante imprescindible. Un menú de mediodía cuidado que cambia cada semana pero siempre mantiene la calidad y la originalidad. La mejor tarta de queso de Barcelona. Y para redondearlo, una atención inmejorable y muy familiar.
La comida está rica, aunque nos ha parecido que no llega a costar los 26€ que cuesta el menú. La tarta de queso, eso sí, espectacular. Nos ha hecho sentir incómodas la falta de interés en hablarnos en castellano. No entendemos el catalán y a pesar de que respondíamos siempre en castellano, nos seguían hablando en catalán. Recomendación: reservad siempre. Estaba muy lleno de gente.
Excepcional. Materia prima de máximo nivel. Platos de cocina catalana actualizados con un toque de alta cocina y una ejecución magnífica. El local es muy bonito y la atmósfera muy agradable para acompañar una comida. La pareja que lo lleva (cocina y sala) don encantadores. Y la relación calidad/precio es muy honesta. Como digo cada vez que escribo una reseña como está, qué más se le puede pedir a un restaurante?
Fuimos a cenar a este cuco restaurante que está escondidito en una callejuela tocando a Vía Laietana y qué sorpresa! Nos enamoró! El local no es muy grande pero tiene mucho encanto. La chica que nos atendió es de lo más hospitalaria y amable. Y la comida espectacular!!!! Éramos 2 y compartimos: empezamos con su pan casero con acompañamiento (mantequilla de chicharrones y aceitunas rellenas de coulis de pimientos), la ensaladilla rusa, que la presentan de forma original dentro de un tomate, continuamos con les mongetes de Santa pau con vouloté y puerro, exquisito! Uno de los mejores steak tartar que he comido, con el toque justo de encurtidos, con unas cerezas y una mousse de foie que deleitaba el paladar y rematamos con la ternera a la Sosenga, que està estofada a la perfección y coronada con flores de hinojo y gajos de naranja para aportar frescor al plato. De postre compartimos un delicioso y cremoso pastel de queso. También bebimos 1 botella de vino tinto Sang de Sauló, 1 agua y 1 café. La cuenta subió a 95€, contando que el vino subía 24€. Precio más que merecido por comer un espectáculo! Mis felicitaciones y, sin duda, repetiremos!
Si está en Barcelona, le recomiendo este restaurante. Hay que hacer reserva porque difícilmente lo sentarán sin una (yo tuve suerte).
Los horarios de apertura y servicio son 13:00, 15:00 y las 20:00.
La comida es deliciosa y no quedará con hambre. Sí está de afán, no vaya. Esta comida está hecha sobre la marcha y con mucho amor.
Tania, la dueña y persona más atenta lo atenderá con toda la paciencia y amor del mundo.
Volveré.
Me gustaria volver otra vez, todo fue perfecto excepto servir los platos que fue muy lento. Hemos pedido Menu del día con la reserva a las 15h. Y segundo plato salió a las 16h. Menos mal que mi amiga estaba libre por la tarde ese día y pudimos comer tranquilamente sin prisa. Menu fue muy bueno y saboroso.
Un sitio con encanto, desde el local que conserva sus origenes hasta la comida que está muy bien elaborada y con toques distintos a los que estamos habituados. Muy recomendable pero reservar porque es pequeño.
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