He estado sólo dos veces en Can Violí. Con una amiga y sola. Nos encantó.
El restaurante tiene un menú muy bueno al mediodía y la posibilidad de un plato o fórmula especial, además de carta. Nos decantamos por el menú. Deliciosa sopa de cebolla, riquísima lasaña otoñal, muy buen arroz, el mar y montaña nos gustó mucho. Buen pescado. Pedimos vino y postre, un higo bañado en chocolate con un toque del cocinero que lo hacía excelente. La segunda vez que fui sólo pude probar las trufas. ¡Deja sitio para el postre!
Bonito emplatado, buen servicio por parte de las camareras y el propietario. El local tiene un encanto especial y una decoración de casa antigua.
En conjunto, muy recomendable. Con ganas de volver con más amigos para la cena y pronto para el menú del mediodía.
Pequeño restaurante en una bonita plaza.
Cenamos muy bien. Tienen una carta muy original y todo estaba muy bueno.
Tiene un buen servicio. Son amables y eficientes.
La relación calidad-precio es buena.
Esta en una plaza tranquila, donde apenas pasan coches. Alguna vez nos hemos encontrado grupito de papis con niños-bebés (bastante ruidosos…)Tiene una terraza muy agradable para tomar un cafetito, refresco o cervecita. Tienen una amplia carta de vino (pero no conocía, me aventuré a probar, pero sin éxito, la copa ronda unos 4€..) la comida no hemos probado aún, pero alguna ensaladilla rusa que veía sacar tenía muy buena pinta…
Todo lo que pedimos estaba super rico! Pero si me tengo que quedar con un plato es el rissotto con la calabaza, delicioso! Los aperols muy buenos. Las camareras fueron muy atentas con nosotras y el servicio fue muy rápido. Tienen una terraza que es bastante grande también.
Cenamos muy a gusto por 33€ persona. Fuimos a cenar después de un concierto en el Palau St Jordi, que queda sólo a 13min en moto y nos encantó la originalidad de su cocina, el buen servicio (la cocina está abierta hasta las 24h) y el encanto que tiene el local. Éramos 2 y compartimos: los saquitos de sobrasada y queso de cabra, que está bueno pero es lo que menos nos gustó, la ensaladilla con un toque a encurtidos muy sabrosa, los tacos deliciosos y muy auténticos y el canelón de pato exquisito. De postre compartimos un original brioix siciliano calentito relleno con helado de pistacho. Tomamos 2 copas de vino tinto y 1 agua y pagamos 66€. La verdad es que nos gustó mucho el sitio y sin duda repetiremos!
Servicio atento. Deliciosa comida. Un poco frio el ambiente. Vajilla minimalista. Mesas de mármol frías.
El lugar y la decoración es muy original. La comida es de calidad. No hay muchas mesas y tienen 3 camareros por lo que el servicio es rápido y eficaz. 63€ con botella de vino blanco.
![5]( "Recensione")
Una “pequeña casa de comidas con producto honesto, de trato amable, joven y de corazón valiente”.
Y sí, además de notar que tienen ingredientes frescos, también trabajan mucho la combinación de sabores. En la foto, podéis ver un crujiente de pan con atún ahumado, tomate y burrata y notas cada uno de los sabores.
Suelo ir cuando quiero comer algo diferente sin tener que salir de mi barrio. Aunque creo que es un pelín caro por lo que es, de momento, nunca me ha fallado.
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Can violí positions itself as a restaurant with homemade and “honest” dishes with a friendly, young and brave-hearted crew.
And yes, they use fresh ingredients and also know how work with different flavor combinations. If you order the dish in the pic, you’ll taste all of the different flavors of the smoked tuna, tomato and burrata.
I eat there often; mostly when I want to treat myself to something different without having to leave my neighborhood BUT I do think it’s a bit expensive… though, it has never let me down.
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Un local acogedor, un personal muy amable y una cocina muy rica. Fui para celebrar un cumpleaños y su oferta es genial, puesto que tienen platos pensados para compartir. Normalmente cuando compartimos comida estamos acostumbrados a hacer tapas sencillas, pero en este caso la calidad de la cocina que ofrecen es muy, muy buena. Costillas a baja temperatura, cazuela de setas de temporada con queso (y más cosas que no recuerdo, pero que me hacen salivar de nuevo…), unos postres caseros espectaculares… en definitiva, es un local que recomiendo un montón. Enhorabuena por vuestro trabajo.
Se trata de un local con un ambiente acogedor, tipo bodega de madera, que es ideal para comer de tapeo compartiendo. Muy recomendables la vieiras y el canelón de pato. La atención de las chicas fue buena en todo momento.
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