En una zona donde todo parecen restaurantes de diseño, este tira más por lo tradicional. Platos de toda la vida sin demasiadas florituras pero de calidad bastante decente.
Tienen menú del dia.
La atención ha sido buena y bastante rápida pese a ir a una hora un poco más tarde de lo habitual.
El local no es muy amplio, pero está bien aprovechado, también con ese toque más anticuado. Personalmente me ha tocado un día en que el ambiente era increíblemente ruidoso, aunque eso es más culpa del resto de comensales.
Nos atendió Pau, cercano, amable, perfecto.
Nos pedimos un pincho de tortilla, con cebolla, exquisita y muy tierna, para continuar con unos caracoles recién incorporados a la carta y que según nuestra opinión tenían un toque muy personal, en mi opinión buenísimos y para terminar un torrezno. Sin duda repetiremos
100% recomendable!
Buen precio, calidad y tamaño!
La única pega que le puedo poner es que es local acumula mucho calor en verano, y que no hay aire acondicionado!
No dudaría en volver.
Menú calidad precio excepcional, judias con chorizo, escalopa milanesa y una tarta de chocolate negro fabulosa, por 13,90€. Trato muy agradable, estan muy pendientes, rapido también, el local con mesas de madera muy agradable
Nos la pasamos muy bien, aunque cuando hay mucha gente hace falta más meseros y los pedidos pueden tomar tiempo. Además, uno de los meseros es un poco rudo en su trato.
Jose Antonio Proyet BCN
+5
Sitio con el encanto que tienen los sitios antiguos de la ciudad, el servicio es buenísimo y los productos de mucha calidad. Me ha encantado uno de los sitios que volveré
Tradicional y alejado de los turistas.
Tapas y bocadillos super buenos para acompañar la cerveza!
El servicio es atento y profesional.
Rico menú de temporada con opciones vegetarianas y veganas!
Es un bar de toda la vida. Hacia mucho que no iba, pero está prácticamente igual.
Estupendo para un vermut y para picar algo.
Buen ambiente y el servicio está bien.
Los precios no están mal.
Un local grande y bien acondicionado. Tienen gran variedad de tapas aunque no todas tienen la misma calidad. La cocina está abierta hasta las 9. El servicio es amable y agradable pero poco profesional. A veces tardan en venir a por la comanda, equivocan platos o tardan mucho entre platos o te traen tres a la vez. Un poco de lío pero con buen rollo.
El Bar El Roure es un auténtico paraíso gastronómico en el corazón de la ciudad. No puedo dejar de elogiar el servicio excepcional proporcionado por los camareros Ferru, Pau y Alejo. Su amabilidad y profesionalismo hicieron que nuestra visita fuera inolvidable. Además, el chef Agus deslumbró nuestros paladares con creaciones culinarias únicas. La combinación de un ambiente acogedor y un personal tan dedicado hace que este lugar sea un verdadero tesoro. ¡No puedo esperar para volver y disfrutar de otra experiencia gastronómica de primera clase en El Bar El Roure!
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