Joan Trullols González
+5
Encanto especial y comida inmejorable. Atención permanente y amable. Ambiente relajado con música amenizante. Destaco, sobretodo, la calidad de la matéria prima. Producto de calidad. La cockteleria orgánica es algo que tengo por descubrir. El mezcal impresionante. Además, la localización no puede ser más idónea, en medio del meollo y con muchas opciones post-experiéncia. Lo recomiendo firmemente.
Me encanto el sitio y recomiendo q la gente vaya a saborear platos tan exquisitos . Sabores nuevos, frescos, muy interesantes . Corbina salvaje al horno de carbón -riquísima ; los postres para repetir � Atención de personal inmejorable :))
Detalles que hacen una gran experiencia.
Gracias ��
Lo encontré buscando un restaurante con buenas sopas. Y LA encontré si bien se la jugaron a una sola. Una pena que con lo buena que la hacen, decidiesen reducir el repertorio a una. Explotar y comercializar ese concepto en invierno tiene potencial. Tal vez a Barcelona no le gustan las sopas? El resto todo muy bueno y el personal muy atento y amable. Lugar acogedor. El taco de mole me sorprendió pues lo esperaba diferente (con esa salsa casi negra que suele acompañarlo, si bien creo hay varios tipos de mole). En todo caso estaba muy bueno. Gracias.
Walter Olaizola de gastroadvisorbcn
+4
Original
Local bonito, con carta pequeña y bien cuidada. La calidad del producto es buena y los platos originales. El servicio algo lento.
Probé:
Sopa de calabacin, manzana y miso, riquísima
Rape en salsita de gambas, bueno
Acompañado de bolitas de arroz basmatti con verduritas thai y ensalada de la casa muy buena.
De postre un Kefir como yogur con leche de cabra, correcto
Nos gustó mucho.
Los platos estaban muy buenos.
No tienen bebidas “comerciales”, pero te preparan la bebida que quieras al momento, eso nos gustó mucho, incluso vinieron a preguntar si era de mi agrado o quería modificarla un poco.
Es de agradecer que en la carta estén señalados los platos que son vegetarianos, veganos, etc. pero estaría mejor si esta señalización no estuviera equivocada.
Como punto a mejorar, estaría bien algún postre vegano también.
Recomendado 100%!
Es un sitio acogedor, con el ambiente íntimo, tranquilo y muy relajante. Ideal para una cena en pareja, se puede charlar sin tener que levantar la voz. Ponen fondo musical muy agradable, tipo chill-out, ayuda desconectar y disfrutar del momento. Cocina creativa, los platos bien presentados y composiciones de sabores muy acertados. El servicio muy amable, aunque podrían ser un poco más ágiles, hemos esperado bastante para que nos sirvan 3 platos que hemos pedido y además se han olvidado traer las segundas copas de vino.
Fuimos recomendados y nos encantó. Todo riquísimo. El ambiente fantástico, el local súper acogedor y bonito. ¡Nos quedamos con ganas de probar todos los platos! ¡Ah! Probad el vermú, era muy especial. Si vuelvo a Barcelona, volveré seguro. Merece muchísimo la pena. ¡Os lo recomiendo!
Es un restaurante encantador, con un diseño interior muy cuidado, bonito y una carta sencilla pero original en sabores. El hummus de trufa negra y setas no hay que perdérselo! Todo estaba delicioso! Las cantidades no son muy abundantes por lo que si tienes mucha hambre la cuenta puede ser un poco dolorosa por lo que vas a comer.
Fuimos el día de Sant Jordi y nos dieron un chupito en un recipiente como si fuera una pócima para que escribieramos un deseo siguiendo un ritual. Muy original. Muchos detalles.
Volveré porque todo merecía la pena!
Muy recomendable. El menú es genial, tanto el carnívoro como el vegetariano. Los platos son sabrosos y están llenos de matices. La cantidad es más bien generosa.
El local está muy bien decorado y cuidado.
Recomendable ir a comer, cenar y tomar cócteles, servidos con mucho amor y gusto.
Estaba de compras por la zona y entré a comer con unos amigos. El menú de mediodia, tiene una relación calidad/precio ESPECTACULAR y los platos son diferentes a lo común. Cocina con alma, y ambiente acogedor.
Ya tengo reserva para probar su carta de noche.
Fuimos el pasado sábado a comer con mi pareja. Es un local que siempre me había llamado la atención, y la verdad es que no me decepcionó. Tiene mucho encanto, tal vez alguna zona demasiado oscura que entiendo que es debido a la reorganización de las mesas para cumplir las medidas de covid. Tomamos unos vermuts (los de la casa muy muy ricos), un hummus de setas con crudités, calabaza con queso (fuera de carta), tacos y durum de falafel. Realmente salimos muy llenos pero la comida no es pesada, de hecho todo es muy saludable y cocinado también de la misma forma. Lo recomiendo, es un sitio especial.
Recomendado al 100%. Nos atendieron dos personas diferentes y los dos muy amables. Un ambiente totalmente acogedor y recomendado para ir en pareja; ideal para poder conversar tranquilamente. La comida cocinada sin microondas ni freidora, con una carta que te permite explorar platos no tan convencionales pero igualmente buenos. Finalmente, y para los más golosos, el bizcocho de chocolate es postre obligatorio.
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