Lugar acogedor para ir en pareja o con amigos, familia. Ambiente agradable, camareras simpáticas y comida deliciosa. Además de sus bebidas como zumos naturales, disponen de un ingrediente llamado felicidad! No tuvimos que esperar ni 10 min un sábado lluvioso al medio dia. Comimos unas patatas bravas
Restaurante de brunch muy acogedor con comida bien elaborada de productos frescos y de proximidad. Puedes deleitarte con una gran variedad de platos sanos y disfrutar de sus tartas artesanales. El curry con un punto picante encantador. Gran surtido de cervezas artesanales..
Fuimos entre semana, local muy tranquilo y decorado de manera minimalista, pero moderna. La carta ofrece entrantes, ensaladas y luego platos principales. Los platos vinieron con raciones muy generosas, aunque la ensalada asiática con pollo, venía con demasiado aceite y el pollo... Había que buscarlo
Menú muy variado(ensaladas, desayunos, quesadillas, platos con huevos, etc.) y a muy buen precio. El sitio es agradable y el personal fantástico. Se trata de un lugar ideal para ir con amigos a pasar un buen rato, ¡y todo riquísimo!
El local es muy bonito y tiene terraza (aunque es un cruce de calles muy ruidoso). La comida es muy buena, las raciones son abundantes y el precio es muy conveniente. Tienen muchas opciones para desayunar/comer/merendar/cenar y todo es casero. Muy buenos huevos benedict, hummus y tarta de queso y un
Menu sano y sabroso, aunque la ensalada de primero es excesivamente básica. La lubina con cous cous de segundo y/o los huevos Benedict fantásticos, y los postres caseros deliciosos. Es necesario un toldo para las mesas cerca de la ventana, pues el calor ahí se hace excesivo. Recomendable.
Ambiente tranquilo y alegre en un cuidado local. La comida, aunque sencilla, destaca por sus sabores intensos. Como sirven desayunos y brunchs hasta la 1, la cocina está abierta toda la mañana, así que se puede comer pronto. Precios moderados.
Genial! Lugar que con solo entrar ya te hace sentir bien. Buen servicio. Comida estupenda, productos de proximidad, ecológicos, de calidad
Cafetería-restaurante pequeña y muy acogedora en el Eixample de Barcelona.
El trato es excelente y los platos que probamos (del menú de mediodía, sobre los 12 €) eran exquisitos.
Ambiente relajado. Servicio rápido y camareros amables. Recomiendo la hamburguesa de Girona y el couscous con gambas a la plancha. También ofrecen brunch, me queda pendiente probarlo!
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