Berta Torregrosa Parra
+5
Restaurante tradicional de toda la vida ubicado en pleno centro de Barcelona. Regentado por los mismos dueños de hace años, algo que se aprecia tanto en la calidad de los platos (carta pequeña pero con platos cuidados) como en la atención. El local es bastante pequeño y cuenta con tan solo dos mesas de terraza. Recomiendo la ensalada de bogavante.
Restaurante tradicional donde cuidan cada detalle. Tanto pescado como carne todas las opciones son validas para tener una experiencia gastronómica muy agradable.
El local es pequeño, pocas mesas, pero los platos se encargan de darle sabor y encanto. Cuidan mucho también el beber, tienen una bodega cerca del local donde tienen infinidad de vinos.
Pequeño con encanto y gran calidad. Trato personal a la par que profesional. Merece mucho la pena, volveré.... si tiene mesa libre, ¡esto es lo complicado!
![5]( "Recensione")
El restaurante "Sense Pressa" es un rincón culinario que te transporta a una experiencia gastronómica única. Ubicado en un encantador edificio histórico, el ambiente íntimo y elegante crea el escenario perfecto para una velada inolvidable. La joya de la corona en su menú es el chuletón de buey de 35 días de maduración, un auténtico deleite para los amantes de la carne.
El chuletón, cuidadosamente seleccionado y madurado para realzar su sabor, se presenta en su punto justo de cocción, logrando una textura tierna y un sabor excepcional. La presentación impecable del plato refleja la dedicación y pasión del chef por su arte culinario.
El servicio en "Sense Pressa" es amable y profesional, siempre dispuesto a aconsejar sobre maridajes y ofrecer recomendaciones personalizadas. Cada detalle se cuida con esmero para garantizar una experiencia placentera y sofisticada.
Sin embargo, esta excelencia culinaria viene acompañada de un precio elevado que puede ser un obstáculo para algunos comensales. Aunque la calidad de la comida y la experiencia general son indiscutiblemente extraordinarias, es importante tener en cuenta que "Sense Pressa" es un lugar reservado para ocasiones especiales o aquellos que pueden permitirse un lujo gastronómico.
En conclusión, "Sense Pressa" es un templo para los paladares exigentes que buscan una experiencia culinaria excepcional, especialmente si se trata del chuletón de buey de 35 días de maduración. Si estás dispuesto a invertir en una cena inolvidable, este restaurante te brindará una experiencia gastronómica memorable y exquisita.
Siempre que vamos la experiencia es única. La comida es de excelente calidad, el servicio es atento y cuidadoso y el ambiente relajado, familiar y cercano.
El mismo nombre lo indica: sense presa, para disfrutar de cada minuto que pasas en este maravilloso restaurante.
Es un restaurante súper especial, además de la gran calidad de producto y la buena cocina, tienen un trato muy cercano, te hacen sentir súper bien. Me encanta el sitio, no es barato pero porque da mucha calidad.
Por suerte uno de aquellos pocos restaurante en los que se puede comer tranquila y relajadamente sin estrés de turnos ni ruidos excesivos. El ambiente es muy relajado y los clientes que acuden aquí son clientes regulares. El precio es bastante elevado pues el producto es de muy buena calidad. El servicio es perfecto y la atención inmejorable. Nos atendieron y aconsejaron muy amablemente.Todo lo que comimos estaba delicioso..., bacalao, múrgoles, rape y souffle espectacular. No és una cocina de autor con esterificaciones y pretensiones complejas. Es una cocina sencilla, de mercado con productos de primera calidad. La verdad es que quedamos muy satisfechos y con ganas de volver nuevamente para probar nuevos platos.
Restaurante con un ambiente muy íntimo y familiar. Cocina de mercado exquisita. Trato excelente. Imprescindible reservar con antelación. Restaurante que sin duda debes probar. Recomendable 100%.
Sergio Martínez Llunell
+5
Restaurante top! Hay que ir mínimo 2 veces al año. Cocina mediterránea , producto brutal. Es un michelin pero con platos
Tradicionales cuidados al minimo detalle si, muy buena carta de vinos pero subidos de precio.
Inenarrable la experiencia de comer aquí. Productos de primerísima calidad y un trato excepcional. Es un homenaje a la buena comida. Creo que es el mejor rodaballo que he comido nunca, el tomate con langostinos y los garbanzos con espardeñas y huevo frito espectaculares. Es un restaurante de los que no te cansas de repetir.
La carta vinos un 10.
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