La Cabrera Barcelona

Hace unas semanas fuimos a cenar a La Cabrera. Muy buena la oportunidad de comer un buen asado Argentino. Excelente restaurante donde las raciones son generosas. El trato es amable y cercano, haciéndote sentir como sin estuvieras en Argentina. La carne muy rica. Si bien es caro creo que la experiencia vale la pena. Buena variedad de vinos.

Realmente sin palabras. Como argentino y hostelero , no queda más que rendirse ante la calidad y la atención. Tenía miedo porque siendo que es un lugar costoso, algo pudiera fallar. Las porciones son abundantes ( mas que en varias parrillas argentinas de España ) y la carne es realmente del más alto nivel. El ambiente es espectacular. Mesas cómodas, calefacción bien, limpio y con buen gusto para iluminar. Los baños están muy bien también. Cada detalle está buscado. Contentos de haber venido. Repetiremos y recomendaremos.

Restaurante argentino muy elegante, la ambientación muy cuidada. Dicen en Argentina que cuando una parrilla es excelente es porque el parrillero tambien lo es; éste debe ser un ángel. El bife y el chorizo de magnífica calidad y ejecución. El servicio muy atento. Un par de peros; las cazuelitas con diferentes salsas para acompañar son muy pequeñas y totalmente innecesarias, un bol con generoso chimichurri y otro con criolla es más que suficiente. Por otro lado, no me gustó en absoluto la viveza criolla del barman al servir un wisky. Utiliza el dosificador o jigger (cosa que un buen barman no utiliza nunca) lo habitual es que el barman lo llene, te lo sirva en la copa y luego te sirva un chorrito más de “cortesía” nuestro amigo casi lo llena, lo sirve en la copa y luego sirve el chorrito como si fuera cortesía, pero lo que hace es completar lo que no te ha puesto. En fin, encuentro ridículo utilizar el medidor en un restaurante que no es precisamente barato. Pese a este último “pero” comí muy, muy a gusto, excelente todo. La próxima me tomaré la copa en el bar de al lado y todos contentos.

La experiencia fue excepcional. Desde el momento en que entramos, nos sentimos bienvenidos por el personal amable y atento. El ambiente era acogedor y elegante, perfecto para una cena especial. La comida fue simplemente deliciosa. La entraña y el ojo de bife se destacaron. La entraña estaba tierna y jugosa. El ojo de bife también merece una mención especial: jugoso, bien sazonado y cocido a la perfección. Los acompañamientos no se quedaron atrás. Las papas fritas eran crujientes por fuera y suaves por dentro, y la ensaladilla rusa muy sabrosa. En cuanto al servicio, los camareros estuvieron atentos sin ser intrusivos. Nos dieron recomendaciones sobre los cortes de carne y los vinos que complementarían nuestra comida. En resumen, La Cabrera es un lugar donde la calidad de la comida y el servicio se combinan para ofrecer una experiencia gastronómica inolvidable. Lo único que me sorprendió fue que cobraran el agua mineral de grifo con ósmosis. Espero que esta reseña sea útil. ¡Buen provecho! 😊

Desde el detalle de toda la decoración, la atención de todo el personal (en especial Luciana la anfitriona, y los camareros Geraldine y Juan), el mimo en la presentación de los platos y la calidad de la comida... Todo es perfecto. Los vinos son caros, pero para celebrar una ocasión especial está perfecto. Muchas gracias por todo! Super recomendable!!

El local es agradable. El personal muy atento, te explican y aconsejan proactivamente. Pedimos el ojo de bife y la entraña (ración y media en total) para compartir entre 3. La entraña era excelente, super sabrosa y tierna. El ojo sinembargo no tenía apenas sabor. De postre pedimos cheesecake que tampoco era nada del otro mundo y valía 9eur (carísimo). Pagamos 41eur por persona en total. La experiencia en general ha sido buena gracias a la entraña.