Ultramarinos Marin

Un placer haber descubierto este restaurante. Es difícil saber hacer a la brasa pescados, mariscos, verduras... Nos ha gustado mucho Comimos Gambas blanquilla cocidas, Gamba roja plancha Navajas baby del Delta Patatas para acompañar el Mero a la brasa y de postre unas fresas con Pacharán y nata Precio 143,70 € para 2 personas Dejo fotos Mis felicitaciones para los los que trabajan con las brasas y las diferentes tipos de leñas, porque es un arte que pocas personas dominan. El local es sencillo, como un asador o taberna vasca, lo importante de este restaurante es lo bien que se come. La atención de las chicas en la sala, también merecen mención.

Todo estaba espectacular. Nos dejamos recomendar por la camarera y todo fue un acierto. Los platos es cierto que no son muy contundentes y si quieres quedarte lleno tienes que pedir bastantes, por lo que incrementa el precio ya que no es un sitio barato, pero merece mucho la pena. La calidad, la elaboración.. todo. Impecable! Fuimos cinco personas y pagamos 85€ por cabeza, incluyendo una o dos botellas de vino y un pescado.

Todo un descubrimiento, llevan dos años abierto. Recuperan la tradicion de los ultramarinos, con recetas elaborados y platos del dia. Prestan servicio desayunos de cuchara y comidas. Cocinan a la leña. En el trasfondo tienen cocina abierta en las que hay algunas mesas. Lo hacen todo ellos, desde manteqilla, mermelada, las salsas. Buen ambiente, se nota que disfrutan de su trabajo. Lo recomiendo. Repetiré

Iba con muchas ganas de conocer esta casa y ha sido una experiencia tremenda. Los cocineros y el personal de sala son de admirar. Creo que nunca había estado en un sitio en el que se palpase ese ambiente de cariño, bueno rollo y profesionalidad aún estando el bar a tope de gente. La oferta gastronómica, de calidad. Aquí solo hay productazo, bien escogido, buen cuidado y respetado. El precio es alto, pero pagas por lo que comes y yo en mi caso lo he pagado con gusto. No me hubiese ido una vez acabada la comida,es que estaba agustísimo viendo el show. Respeto desde ya a Ultramarinos, casa de Borja García. A destacar muy mucho: La escalivada Las potxas El conejo La vaca rubia Cigala

Restaurante de productos de temporada dónde cada día se cambia la carta en función del mercado. Raciones bastante pequeñas por lo que debe pedirse en cantidad. Solamente por probar su cogote de merluza a la brasa al estilo país vasco merece la vista. No es un sitio especialmente barato pero la calidad del producto y su buena elaboración bien merecen una visita. Eso sí, debe mejorarse la salida de humos porque se sale con un olor considerable.

El local tiene una admosfera que tal como entras, te absorbe. Sus camareros son muy atentos y te asesoran perfectamente sobre que platos pedir y en que orden servirlos. El concepto esta pensado para compartir todo lo que pides. La comida esta increible, producto de temporada y elaborado por ellos mismos, se nota que saben lo que hacen y lo miman mucho, y los postres se salen. Por lo que se refiere al precio, aun siendo un poco “caro” está más que justificado, aunque hay algún plato excesivo por lo que es, como las olivas (5 olivas por 2’5€) o los erizos. En definitiva, un buen lugar para disfrutar comiendo y compartir con tus amigos. Se nota el trabajo que hay detras.

Tenía pendiente ir un día y ayer pude ir a desayunar, la atención al cliente de los camareros fue excelente, explicando con detalle el desayuno, yo elegí una torrada con butifarra y Allioli. Me explicaron que el pan era de masa madre, la butifarra hecha por ellos y que todo era cocinado al fuego de leña. La cocina se ve desde el salón y se puede ver el fuego. Mención especial para el Allioli, buenísimo. Repetiré seguro