Al Kostat

Retaurante ubicado en un magnifico principal, con dos ambientes, bien integrados. El servicio, muy correcto. La comida execelente. Original, sabrosa , con muy buena materia prima. Muy buena presentación. Carta vino extensa. Vino por copas, con mínimo de 8 euros la copa ( puede se tendría que advertir que una copa de vino son 12 euros) Una gran velada.

El espacio en el que se ubica el restaurante está cuidado al detalle con mucha originalidad, especialmente en la entrada y la separación que hace con el restaurante Alkimia. En la carta tienen una sección de platos de temporada a la que llaman ‘Efímeros’. Nosotros escogimos raviolis de ragú de jabalí y y fricandó de ternera a la parmigiana, muy recomendados. De la carta permanente recomiendo la croqueta de pollo con mantequilla ahumada de anchoa y lechuga (que recuerda a una ensalada César top) y el steak tartar, con su toque picante.

Qué maravilla! Local situado en el entresuelo, dividido en dos, Alkimia y Al Kostat. Nosotros hemos ido al último, ya que esa era la idea desde que habíamos llegado a Barcelona. Está muy bien decorado y la estancia es muy acogedora. De todos los platos que hemos probado quizás el más justito ha sido la tortilla, rica pero sin más, el resto impresionantes! La lasaña y las colmenillas se merecen mención especial. La carta de vinos es sencillamente interminable, de agradecer que haya esa cantidad de referencias pero casi mejor pedir orientación a la sumiller para ahorrar algo de tiempo. Solo un pequeño pero que no hará que deje de ponerle 5 estrellas, la camarera de sala que nos ha atendido durante el servicio no ha sido la persona más agradable del día, tampoco desagradable ni mucho menos, pero demasiado seca ya que en repetidas ocasionas a venido a nuestra mesa a retirar platos, a servir vino, a servir agua o a servir pan y apenas mediaba palabra, ni un simple: -¿Que tal vais? ¿Todo bien?- Simplemente realizaba su tarea, daba media vuelta y abandonaba nuestra mesa. Pero lo dicho, posiblemente haya sido el lugar en el que mejor hemos cenado durante nuestra corta visita a Barcelona. Volveremos seguro! Ojo a la decoración mientras bajas o subes las escaleras, original y entretenida!

Restaurante de alta cocina mediterránea. Increíble lugar escondido en un edificio clásico de Barcelona. La calidad de las elaboraciones deja sin palabras al estar cuidadosamente pensado hasta el último plato. Las croquetas y los platos de temporada son de lo mejor. Sin duda un lugar caro pero que merece mucho la pena para esas ocasiones especiales. Indispensable reservar