Parking Pita

Si lo que quieres es pasar un rato agradable con amigos y disfrutar de una buena pizza, este es el lugar. Llegamos y en seguida nos sentaron, las mesas son compartidas, el ambiente es relajado y familiar. Mi parte favorita no solo fue comer sino ver el arte con el que hacen cada alimento. Si vuelvo a Barcelona, vuelvo a estas pizzas 🤌🏼💕

Este restaurante de pitas es un verdadero deleite para los amantes de la comida mediterránea. La comida es simplemente deliciosa, con sabores auténticos que te transportan a lugares lejanos. Sin embargo, hay que mencionar que los precios, especialmente en las bebidas, pueden ser un poco altos en comparación con otros lugares similares. A pesar de eso, el ambiente es muy acogedor y bonito, con una decoración que te hace sentir súper cómodo e íntimo. En general, es una experiencia culinaria que vale la pena, aunque puede ser un poco costosa.

Muy buen restaurante de pizzas. Está agradablemente ambientado y la acústica es buena. Los asientos son funcionales aunque no son cómodos para estar mas de 45’. Recomiendo la pizza de cebolla y miel. El tiramisú me resultó regular y el affogato es bueno. Hay que ir temprano para no hacer fila ya que se llenan rápidamente las mesas.

Hemos ido un viernes por la noche a parking pita. Había bastante gente pero no tuvimos que esperar por mesa. El local tiene un concepto interesante con decoración muy moderna. Lo único es que los asientos no tienen respaldar (que puede ser incómodo para algunos) y las mesas son compartidas. El servicio estuvo muy bien y la comida salió rápido. Cómo no teníamos mucha hambre pedimos solo pitas sin entrantes. Tanto el pita de cordero como el de falafel estaban muy buenos y se nota la calidad de los ingredientes. Eso sí, el primero tenía un especiado fuerte que puede no ser para todo el mundo. Aunque sabroso nos parecieron pequeños en relacion al precio.

Las pizzas están muuuuy buenas, son estilo napolitano y hacen las masa espectacular, como bastante crujiente. Tienen pizzas con sabores bastante originales; la de quesos es de las más buenas que he probado últimamente. De tamaño no son muy grandes pero están bien. El sitio es agradable pero lo único que no me gusta es que los asientos son taburetes y es un poco incómodo no tener respaldo.

Hablo del Parking Pita, que es en el que he estado. Local de moda con decoración un tanto especial. El servicio es atento y amable. La comida está muy bien elaborada, es comida con base Libanesa (creo), pero los precios me han parecido altos para comer una pita y patatas fritas. Y lo de comer en mesas compartidas, a mí al menos no me gusta mucho.