O' Pescador

Espetacular!!! Llevamos a unos amigos de fuera, ya que estaban de vacaciones y querían comer cosas más típicas. Pues un acierto, estábamos paseando por la zona y decidimos entrar en este lugar. Un bar sencillo, un ambiente alegre, unas tapas riquísimas con una buena cerveza, personal amable, en especial el camarero, y a precio normal, q más se puede pedir. Eramos 5 personas y pagamos casi 75€. Hacia mucho tiempo que no me comia unas tapas tan buenas. Los que nos acompañaron salieron contentísimos y nosotros más aun 🥰

El pulpo super tierno, muy rico. Pedimos la mediana para dos, y nos hubiéramos comido también la grande. Pescaíto muy bueno, lo terminan de freír en el momento. Los champiñones NOOOOO, eran de lata 🙄 para eso es mejor quitarlo de la carta.... Pero lo demás muy bien. Sitio concurrido un sábado por la noche en el gótico

Buen lugar para el tapeo y el vermut de sobremesa, tapas muy variadas desde pulpo a la gallega, patatas bravas, oreja de cerdo, croquetas de pollo jamón o bacalao, chipirones, rabas, tortillas, pimientos del padrón, etc....... Todo muy bueno y raciones a la medida. La nota negativa que falta personal para cubrir a los clientes, sólo dos camareros para demasiados pedidos, por lo demás perfecto buen precio--calidad. Volveremos pero en horas no tan concurridas.

La atención es fenomenalmente cálida, pero raciones son demasiado pequeñas (tal como se puede ver en las fotos). No es por nada pero nos han traído 5 o 6 piezas de calamares y la tapa cuesta casi 7€. El pulpo 18€ y la ración era mínima). El precio estaría bien si las porciones fueran más abundantes. La comida es muy sabrosa. Espero que este comentario sirva para modificar esto porque es un GRAN lugar y se come muy bien, pero uno se va con una sensación agridulce debido a las raciones pequeñas. A pesar de esto, lo sigo recomendando.

Sorpresa en el barrio gótico de Barcelona, precios normales, calidad magnífica y un servicio impecable. Para repetir en cada visita. Pulpo espectacular, pimientos del Padrón, Frituras variadas de pescado, todo lo mejor de la cocina gallega en el corazón de Barcelona. El aspecto exterior nos engaño bastante, pero una vez dentro pudimos comprobar que habíamos acertado.

Me encantó el lugar. Fuimos domingo tarde a almorzar y el local estaba abierto. No hay una carta, pero está la pizarra y el mostrador. La atención fue muy amable y amigable. También tomamos un vino de la casa que estuvo muy bueno. Compartimos diferentes tapas entre amigos, fueron como 10-12 tapas, botella de vino blanco y una cerveza y todo salió 75 euros. Salimos con la barriga llena y el corazón contento. Un lugar muy auténtico, alejado del turismo masivo que sueles encontrar en Barcelona.