Sant Croi By Albert Roca

Cafetería en el barrio de Sants-Badal a 5 min de la parada de metro Badal. Fuimos a tomar un café y un croissant de mantequilla. Optamos por sentarnos fuera ya que íbamos con perro y además daba el sol y se estaba muy bien, pero dentro es acogedor. El croissant como siempre, espectacularmente rico! Para mi gusto el café era malillo, pero mi acompañante no le sacó pegas. El servicio como siempre, de 10.

Buen genero y bien elaborado . El xuxo de crema muy bueno . El bretzel uuuuhhhmmm ... las tartaletas y pastelitos , buenos y con diseño ... Los precios elevados , la fama se paga (bien ganada) , pero si puedes darte el capricho vale la pena , darte el gusto . Si quieres llevar un postre , tarta o pastel , y quedar de p.m. es el sitio ... siempre q estes dispuesto a pagar su precio , pero quedaras chapeau . El local pequeño , espacio muy justito y el personal a lo suyo y poco mas . Recomendable , pero sabiendo donde vas , yo vuelvo siempre , aunque no con la frecuencia como me gustaria , cuestion de precios .

Estuvimos merendando hace un par de días. El sitio es acogedor, limpio y grande. La chica que nos atendió por la tarde fue muy simpática, profesional y amable. Pedimos un par de cafés y decidimos probar 3 sabores diferentes de cruasant, digo cruasant porque no se exactamente los nombres de cada uno, probamos el de praliné, el de Nutella y el de cheesecake y a cual mejor, puffffff buenísimos, consistentes y con un sabor muy muy rico.

Pastelería y cafetería muy cerca de carretera de Sants y barrio de Collblanc. Dispone de una pequeña terraza que da a la Riera Blanca. Es muy famoso sobre todo por sus croissants de mantequilla, que han ganado premios en 2009 y 2018 al mejor croissant. Además del clásico de mantequilla tienen de otros sabores : cheesecake , mascarpone, gianduja, Nutella, xuxo de crema, pain au chocolate... El de mascarpone viene con mucho relleno y está cubierto con un glaseado de café y cacao en polvo, como una suerte de tiramisú. Los precios son elevados, pero se corresponden con la calidad. El de mascarpone cuesta 3,50 euros. También hay otros dulces y pasteles individuales. Yo he probado el de zanahoria y está muy rico, con bastantes trocitos de nuez y de sabor equilibrado. Tienen helados artesanos que también han ganado premios, aunque no puedo opinar porque no los he probado. Ahora puedes encontrar monas de chocolate de figuras animales, muy graciosas pero bastante caras. El servicio es amable y atento. El hecho de estar alejado de las zonas turísticas le da puntos positivos, ya que te evitas colas y siempre que paso por delante hay sitio para detenerte a tomar algo en el local.

Mis dieces para Albert Roca y su comida. Tanto los croissans como los helados como los postres nos han encantado 🤤, destacar el Tahiti, postre súper cremoso que repetiré 100% la próxima vez que vaya. Por lo que respecta al local, es muy cutre y no está al nivel de la calidad que tienen los productos que se ofrecen. La atención es correcta, la chica que me atendió fue muy atenta y me supo aconsejar muy bien. Destacar el buen marketing en las bolsas, más de una persona se ha quedado mirando en el metro y muy probablemente acaben comprando.