Restaurant Transilvania

Fuimos con un amigo rumano y me encantó la comida. Estaba todo muy bien preparado y auténtico. Muy rico todo y variado. En especial, recomiendo unas entradas con pancitos, crema de berenjena y zacusca. Para vegetarianos hay muchas opciones en el menú. En mi caso, me pedí el sarmale vegetal y fue una buena opción, pero todas las opciones de la carta se veían muy bien. Los platos son abundantes.

De maravilla. Después de dos viajes a Rumanía, nos hemos hecho fans de la comida rumana y aprovechamos el viaje a Barcelona para ir a este restaurante. Era como volver a estar en Maramures! Camarero de lo más agradable que además nos recomendó los mejores platos. Precisamente por haberlos probado en Rumanía confirmamos que la comida era casera al cien por cien. De lo más tierno el sarmale, el surtido de entrantes fríos (en especial la ensalada de berenjena), el pincho dracula y los riquisimos papanasi.

Fue mi primera vez en un restaurante Rumano. La comida me gustó mucho. Guisos con tomate y pimentón, rollitos de carne envueltos en col. Muchos platos con cerdo, pero sirven otras carnes y pescado. Ordenamos embutidos y quesos rumanos de entrada, es un plato delicioso. Todos los productos que sirven son de origen Rumano, hasta el agua mineral. Una buena opción para quien gusta experimentar.

Nunca había probado comida de Rumanía, pero un amigo recomendó este restaurante para ir en grupo y fue todo un acierto. Pedimos los platos más típicos para compartir entre todos y la verdad es que todo nos gustó. Comenzamos con la crema de berenjena (sorprendentemente cremosa) y una tabla de quesos y embutidos tradicionales. Luego probamos los rollos de col rellenos de cerdo (sarmale) con polenta que fue mi favorito. Los rollitos de carne (mici) también estaban muy buenos y la mostaza les daba un toque sin llegar a ser un sabor fuerte. Probamos también un estofado acompañado de polenta, huevo y queso, con una sazón muy casera y reconfortante. Finalizamos con el pollo en costra de patata, muy interesante al estar mezclado con patata y queso, pero tal vez el "menos especial" de los platos que pedimos. De postre el papanasi: muy rico y perfecto para quien busca un postre no muy dulce, ya que la confitura de arándano tiene el dulzor justo y la rosquilla se hace ligera. El servicio muy bueno y el local con un ambiente muy tradicional. Volveré a probar más platos (las sopas tenían muy buena pinta)

Espectacular restaurante. Ha sido mi primera experiencia con la comida rumana. Platos muy buenos, con cantidades generosas. La atención excelente. Fueron muy atentos, nos invitaron a unas tostadas de entrante mientras esperábamos a que llegara nuestro amigo, y al finalizar unos chupitos. Recomiendo pedir consejo al camarero ya que te sabe orientar muy bien que platos escoger según tus gustos y qué tipo de comida quieres probar. Es muy barato teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de comida. Muy buen lugar para ir con amigos y para degustar comida típica de Rumania. Repetiremos para probar más platos!