Torres Del Paine Restaurante

2da vez que estamos. Faltaba por probar el pastel de choclo, pan amasado, el terremoto y la torta Lúcuma/Manjar/Nuéz...IN-CRE-Í-BLE!! repetimos las sopaipillas, el pébre y las empanadas camarón queso.. todo exquisíto! Sabor típico chileno, en todo se nota mucho amor. Nos atendió Juan, un hombre con una gran sonrisa, disposición y amabilidad para hacerte pasar un buen momento, para rematar todo! VOLVEREMOS EN CUANTO PODAMOS!!

Restaurante de comida chilena donde se come muy bien. Platos abundantes y muy buen servicio. Para los que prefieren comida "menos" chilena, también hay brasa (vacío, entraña, pata de pulpo, etc.). Indicar que el Restaurante es también la entrada a "otro" local donde hacen un espectáculo tipo el club de la comedia, y cuando acaba el espectáculo ves salir una multitud de gente y si no te has fijado en el cartel de la puerta te llama la atención. Aún con esto, indicar que es un sitio tranquilo donde se puede hablar bien sin necesidad de gritar (seguramente por los techos altos). La decoración del local es de raíces chilenas y es muy acogedora.

Pedimos unas empanadas chilenas y unas croquetas de carne mechada de entrante. Ambas cosas nos encantaron, las croquetas estaban súper cremosas y ricas, y las empanadas estaban buenísimas. De plato principal pedimos pastel de choclo, nos sorprendió el sabor dulce del plato (no lo habíamos probado nunca), también nos gustó mucho. Por último, la carne mechada, estaba muy tiernita y sabrosa la carne. La verdad es que la comida nos encantó, el trato es muy bueno también y tiene una bonita decoración el restaurante. Al acabar de comer estábamos muy llenos y no pedimos postre, nos dieron a probar la tarta de limón, lo cual es un detalle muy bueno.