Alba Granados

Íbamos en busca de un buen restaurante para comer carne y no nos defraudó. Para abrir boca pedimos unas croquetas de carne d'olla y unas de gamba roja y las dos estaban espectaculares - tienen un sabor súper potente pero sin cansar, se nota que los ingredientes son de calidad. Y después compartimos el Black Angus de Nebraska (400gr) y el Entrecot de Wagyu (200gr), todo acompañado de patatas y pimientos de padrón. La carne estaba muy buena, el Wagyu parecía mantequilla de la textura que tenía!! Pero si puedo poner una pequeña pega, es que en Barcelona es bastante difícil encontrar un sitio de carne donde ya te venga preparada de cocina. Por alguna razón se empeñan en ponerte una piedra para que te la hagas tú, y eso es una pena cuando la carne es tan buena porque la acabas pasando de más y si no la haces y la comes como viene, está fría! Esa fue la única pega porque el restaurante nos encantó, el servicio fue excelente y la comida salió a la velocidad perfecta. Acompañamos la cena con un Muga Crianza, que es uno de nuestros vinos favoritos, y no defraudó. Sin duda volveremos a probar arroces y pescados porque los platos que vimos en las mesas de al lado tenían muy buena pinta! Gracias por la amabilidad y por la invitación a un chupito de crema de orujo y a un bocadito de bizcocho de chocolate que fueron el broche de oro de una cena genial.

Espectacular. Una experiencia muy agradable. La comida deliciosa y muy variada, la atención inmejorable. Ha sido una gran cena la verdad. Estuvimos en la planta de arriba y en todo momento los camareros nos han tratado con mucha amabilidad y hospitalidad. Vamos, nos hemos sentido como reyes. El ambiente es muy acogedor. Nos hemos ido felices. Buena elección, volvemos.

Sirvieron un pequeño aperitivo de crema de alcachofas. Estaba bueno y caliente, quizás la presentación mejorable. Muy buenas las croquetas de sepia y de carn d'olla. Tuvieron problemas para servirnos el plato principal y el tiempo de espera entre plato y plato fue muy elevado, aunque informaron y se disculparon. El solomillo con foie, exquisito; aunque esperaba más cantidad por el precio del plato. La tarta tatin, casera. Recomendable parar carnívoros.

Bonito restaurante, zona de mesas redondas con parte de sofás. Ambiente agradable. Muy buena Atención por parte de todos los camareros que nos atendieron, muy amables. La comida en general bien, nos obsequiaron con un chupito de gazpacho, los primeros que compartimos mejor que luego los platos individuales, las croquetas muy buenas. El tartar de atún si era "bluefin" no hacía falta enmascararlo tanto, no me gustó mucho. El pulpo tampoco era lo que esperábamos.