Madre Lievito

Recientemente tuve el placer de cenar en Madre Lievito, ubicado en el vibrante barrio de Poblenou, y fue una experiencia maravillosa de principio a fin. El ambiente del restaurante es acogedor y moderno, creando un entorno perfecto tanto para cenas íntimas como para encuentros más animados con amigos. El servicio en Madre Lievito merece una mención especial: el personal fue atento y eficiente, asegurando que nuestra experiencia fuera fluida y placentera. Pero lo verdaderamente destacable fue la comida. Optamos por las pizzas, y cada una era simplemente impresionante. La calidad de los ingredientes y el perfecto horneado hicieron que cada bocado fuera un deleite. En resumen, Madre Lievito Poblenou es un tesoro para los amantes de la auténtica cocina italiana. Con un ambiente estupendo, un servicio excepcional y platos de alta calidad, es definitivamente un lugar al que volveré y que recomendaría sin dudar a cualquiera que busque una excelente experiencia culinaria italiana.

Pizza muy bien hecha y muy buena por buen precio. El personal es atento y amable. A veces algo impaciente con los clientes lo que provoca que no presten atención a algunas de sus peticiones. Aun así, en última instancia hacen un buen trabajo. El ambiente es bueno y la decoración aporta a la experiencia. Muy original y agradable. Las mesas son pequeñas y tocará apretujarse y chocar un poco codo con codo. No está demasiado apartado y es bastante fácil de acceder. Buena experiencia. No diría que no a repetir!

Buen sitio para comer pizzas napolitanas, aunque dado el elevado precio, las pizzas podrían ser más grandes. En otras pizzerías del estilo, tiene un mayor tamaño. De postre tomamos tiramisú y estaba normal, pero costaba 7 euros y medio. Muchísimo para lo que era. Y luego, una pizza 15 y la otra 16. Copa de vino más barata, 4 euros. Lo dicho, un sitio correcto pero con precios demasiado elevados.

Una de las mejores pizzerías de Barcelona. Sin duda. Mucho donde escoger con la masa perfecta y una cocción a fuego que le da un sabor espectacular a las pizzas. El servicio es muy amable y agradable. El local tiene mucho encanto aunque puede resultar algo estrecho cuando está lleno, pero merece la pena el ambiente. Recomiendo especialmente acabar con el Cannoli, que el resto de postres también son una maravilla pero pocos sitios tienen Cannoli.

Un restaurante al estilo rústico con su toquecillo de pueblo con la ropa tendida en el techo me gusta 👍. La massa de la pizza buena esponjosa y sabrosas con el toquecillo de leña porque tienen un horno de leña y los ves como lo elaboran. Los ingredientes buenos y la burrata no está mal. El camarero a sido agradable con nosotros y nos han servido rápido.