Marisqueria Funicular

De las mejores experiencias culinarias de la vida, llegamos por descarte de otro restaurante cercano que en último momento nos arrepentimos, y ha sido un acierto memorable. Por fuera el lugar no parece un restaurante, por dentro, no representa lo que realmente te vas a encontrar. Atendido por su dueño Sergio, humilde, genio, te regala un ambiente familiar y mágico. Un lugar para volver mil veces. Bravo!

Pequeño, formato bar de callejón donde jamás entraría porque lo que te imaginas es que hay los tres típicos asiduos que están siempre con la botella de Estrella Damm delante. En parte si, pero en parte, error. Yo entré creyendo que era otro que me salía en Google con el mismo nombre y resulta que dentro tienen una comida de nivel restaurante ya sobresaliente. El servicio, que por lo que veo en otros comentarios, solo hay el señor que nos atendió en todo momento, muy correcto y muy formal, dándole mil vueltas a otros restaurantes donde pretenden ser algo y el servicio lo destruye por completo. Aquí no, solo un señor muy correcto te sirve los platos y te dice su elaboración. Eso sí, es caro, muy caro, demasiado caro, para tener pinta de bar y ver al fondo todas las cajas del almacén. Para cobrar esos precios todo entra: producto, servicio, decoración del local, lavabos, aire acondicionado, luz, etc. Lo recomiendo, pero solo por los precios/local YO no regresaré. Que me ha gustado conocerlo, si, mucho, pero una vez. Por terminar recomiendo como cliente, una mejor publicidad exterior para que la gente sepa la buena cocina que hay dentro y no pase inadvertido, porque de verdad merece ser probada.