Sensespina

Reservamos para 5 personas hace una semana. El local es muy acogedor. Pedimos varios entrantes a compartir, y todos estaban muy buenos! Los arroces son individuales (normalmente suelen ser para mínimo 2 personas) y tienen mucha variedad. Pedimos diferentes y todos tenían buen producto, mucho sabor y estaban en su punto. El camarero estaba solo para todo el local, pero sacó el servicio sin ningún problema! Sin duda, un lugar al que ir si queréis disfrutar de una buena comida! Repetiremos

Ambiente tranquilo y relajado, un camarero muy atento y simpático y una carta con lo justo y necesario, con varios platos diferentes a los típicos. Especial cuidado por el pescado y los arroces. Todo lo que comimos, calamares salteados con setas de temporada (robellones), pescado a la brasa (corvina) y arroz de pies de cerdo con trufa fresca, todo impecable, muy muy bueno. Volveremos.

Segunda visita y la calidad y el servicio ha sido todavía mejor. A destacar especialmente las navajas del delta y los calamares con trompetas de la muerte. Muy buenas las gambitas con huevo aunque la trufa no tenía mucho sabor. Como punto de mejora quizás le falta un poco de calidez y de ambiente al restaurante

Restaurante muy bueno para comer pescado salvaje (sin una espina). Platos muy sanos y muy bien cocinados. Tienen tapas, entrantes, pescados y arroces. Nosotros pedimos como entrante el carpaccio de dorada que estaba muy muy bueno y como plato principal el pescado del dia, gallo y lluerna. De postre pedimos trufas y también nos gustaron mucho. El ambiente del restaurante es muy agradable. El servicio excelente. Recomendado 100%.

Junto con Estimar situado cerca de Santa María del mar uno de nuestros restaurantes de pescado preferidos en el top 5 de Barcelona. No es una zona de Barcelona donde vendríamos a cenar. La calle París es fría y desangelada por la noche pero este restaurante bien merece la pena el recorrido en coche o taxi. El jefe de cocina (propietario o encargado?) marca bien la diferencia aquí. Gusto por el producto de día a día y por su cuidada elaboración. Educa la sala con nociones de producto para que sepan que vender y a que atenerse con sabores y texturas. Un diez Enero 2018. Hemos vuelto y hemos degustado un menu de grupo a un precio muy bueno para el producto que ofrecen. Solo hemos lamentado los postres que no tenían nada que ver en cuanto al trato con los postres de la carta. En particular el cheese cake que parecía cortado de una plancha de pastelería y tirado en el plato. Bastante sorprendente en un lugar que cuidan con tanto mimo lo que sirven. El pescado del día que degustamos de 10: Caballa, Corvina, Bonito y Pajel. Volveremos a ir.