Pastelerias Mauri

Es una tienda emblemática y los productos son de calidad, el único problema es que están muy anticuados y tienen a la propietaria cobrando en la salida, con una especie de tarjetas que te dan cuando pides productos, como si no se fiaran del personal, esa es la sensación que da esta operativa. Es caro, es así, el más caro del barrio, pero vale la pena darse el capricho de vez en cuando 🥐🥖

Hace unos días visité esta pastelería emblemática por primera vez. Me pedí dos dulces para acompañar un café con bebida de avena. Los pasteles estaban deliciosos, el café también. La atención fue buena por parte del personal, atienden con paciencia y amabilidad, responden tus preguntas con cercanía. Fui a hora punta y el camarero que nos atendió iba desbordado, tardó un poco en atendernos pero está justificado. La decoración y los escaparates del lugar son preciosos, conservan la decoración antigua del lugar, se agradece lo auténtico, te traslada en el tiempo. Lo recomiendo sin duda.

Mi pastelería preferida desde hace muchos años...ese capricho que te das cuando vas al centro de Barcelona a algun recado o evento. Un lugar emblemático de la ciudad Condal,tanto para desayunar,comer o merendar es una buena opción. Si tienes que llevar un detalle dulce a alguien siempre quedas bien con algo de MAURI.

Tarde en la terraza de Pastelería Mauri, con entretenidas vistas a la Rambla de Cataluña. La temperatura hace apetecible un suizo con melindros, productos de mucha calidad. Como siempre muy profesionalmente atendidos por Antonio, que sorprendentemente atiende él solo las mesas, eso si, de manera eficiente y ordenada.