Koku Kitchen Ramen

Era la primera vez que probaba un ramen y me encantó. El restaurante era muy acogedor, aunque pequeñito. Las sillas eran las típicas de cuando ibas al colegio y, en las mesas más grandes, cuando hay muchos clientes te preguntan si te importa que se sienten al lado. El trato excelente y la comida deliciosa. La relación calidad-precio correctísima.

La comida estaba muy buena. El ramen de miso estaba correcto y delicioso. El caldo estaba espeso y los sabores increíbles. Las gyosas de cerdo también estaban exquisitas. No puedo decir lo mismo del ramen sin gluten. Los fideos no estaban tan buenos y se hacía un poco bola, aunque el sabor del ramen estuvo bueno, los fideos son importantes y parecían los del Mercadona. Entiendo que hacerlos sin gluten representa un reto, creo que pueden mejorar en esto. El espacio es pequeño, realmente estuvo complicado moverse, sobre todo el baño, estaba complicado entrar con las chaquetas y no había perchero para guindarla. Si llegas a la 1 en punto el local está bien, hay mesas, sin embargo, si llegas luego ya se empieza a llenar un montón.

Vendría a ser el hermanito del local que tienen en el Born, este creo es el original y más pequeño, sirviendo sobre todo Ramen y un par más de entrantes, pero, suficiente con los Ramen que son su especialidad. Siempre pido el de Shoyu y tiene muy buen sabor. La camarera nos dio la tablet para ver el menú porque dentro del local la señal de datos se pierde. Tienen mesas para compartir con otros. El cocinero salió nos preguntó que tal nuestros platos y nos explicó acerca del funcionamiento de este local, fue muy simpático. En el Gótico es una buena alternativa para tomar algo caliente y rico, más durante invierno.