Manairó

Imagina que un buen amigo al que no ves desde hace años te invita a comer a su casa. Te comenta que ha viajado por el mundo y ha aprendido a cocinar. Te muestra un mundo de sabores y hacer que a tu mente asalten recuerdos desde tu infancia a tu madurez. Nos hemos sentido queridos, nos han deleitado con sabores únicos. Todo rodeado de sencillez, de pureza, sin adornos superficiales pero cuidando los detalles que importan: tiempos, preparación, presentación… . Que sea el chef quien sirve los platos para comprobar el efecto en sus comensales… . Increíble, maravilloso, 10 sobre 10.

Ayer fuimos al Manairó después de cinco años de la primera vez. Estuvimos encantados de hacerlo y la experiencia fue, de nuevo, espectacular. ¿La comida? la que se puede esperar de un restaurante de esta categoría: buena, muy buena; llena de matices, de distintos sabores y texturas. Como digo, lo que se debe esperar de un restaurante de la categoría de Manairó. ¿Qué es pues lo que lo hace distinto del resto de restaurantes de Barcelona de su categoría que hemos visitado? Sin duda alguna, su gente. Jordi Herrera, un encanto, muy atento a todo, muy preocupado por nuestra opinión, muy... humano. Daniel, encantador, amable, correcto, simpático. Desde luego que volveremos, como le comentamos a Jordi, Manairó ya forma parte de nuestra historia personal.

Fuimos a comer y esperábamos disfrutar, pero la experiencia ha sido mucho más. El menú ha sido un festival para los sentidos. Una secuencia de sabores, acompañado de una excelente presentación y trato excepcional por parte de Jordi y equipo. La decoración increíble y más si conoces el porqué. Todos disfrutamos y mi hijo Pau se llevó un gran recuerdo. Muy recomendable. Volveremos.

La comida és buenísima pero lo que Jordi Herrera ofrece va más allá de la cocina. Una experiencia de arte global, honesta y radical. Ha sido muy bonito entrar en ese diálogo con él. Mis favoritos, el calamar de huevo, la crema de berenjena y el san Pedro pero todos los platos del menú degustación son muy buenos. Jordi da buenos consejos para el vino. La relación calidad precio excelente. Una maravilla.

Pequeño local con un ambiente íntimo. Disponen de menú degustación por 75€ más 25€ de maridaje. Hay otro menú más económico pero nosotros hicimos el Manairó que es este que os comento. La sala atendida por personal joven pero atento y servicial. Te explican plato a plato lo que vas a probar. Los platos son elaborados y sabrosos, la única pega es que llegan algo fríos a la mesa. Es restaurante te permite apreciar la alta cocina a un precio asequible.