La Quinta De Avilés

Llamé hacia las 14.20 para saber si tenían sitio para comer hoy y la mujer q contestó al teléfono dijo q lo sentía pero que ya estaban completos. Decidimos pasar y para mi sorpresa entramos al momento y había mesas disponibles que se fueron ocupando poco a poco y no tenían reserva , incluso alguna mesa quedó libre. Dá la sensación de q algunas no tienen ganas de trabajar o quieren acabar pronto y para eso no cogemos a los q llaman, total! Como no ven si hay sitio o no... No sé si el propietario del restaurante estará de acuerdo conmigo. Dicho ésto, no tiene nada q ver con qué la atención en el.local fue estupenda y la comida riquísima. Comimos rabas de sepia con alioli, merluza rellena de pulpo y gambas con salsa de marisco, y entrecot de vaca rubia (al punto, perfectamente conseguido).

En pleno centro turístico de Avilés decidimos entrar a este restaurante por su menú del día Es un local amplio con una decoración exquisita y un buen hilo musical que hacen que la experiencia sea aún más rica. Sobre el servicio decir que tiene un buen número de trabajadores que destacan desde el principio por su profesionalidad y organización, como escasamente puede verse hoy en día. De la comida de carta solo puedo decir que los platos que vimos pasar eran generosos y con una pinta inmejorable. Y centrándonos en nuestra experiencia el menú del día incluía primer plato, segundo plato, postre, bebida y café. Tenían varios platos a elegir para todos los gustos y de lo que probamos todo con gran sabor.

La Quinta Avilés está en pleno centro de Avilés, en zona peatonal y dentro de un edificio histórico. Varios comedores, amplios y elegantes y una propuesta gastronómica amplia y variada. Bodega interesante y raciones no muy grandes pero sabrosas. Comida reconocible, buen producto y sabor. Destaca el amable y profesional equipo humano que atiende y ayuda para que todo salga muy bien y se disfrute.

Fuimos alli el dia 24 de agosto. La sala en la entrada del restaurante es bonita pero para nosotras ha sido un descubrimiento muy bonito comer fuera en el patio dentro del restaurante. Ademas alli también hay otra sala super bonita. Comimos muy bien, toda la comida era muy rica. Ademas me gustaba mucho el agua con gas Magma que tiene gas naturalmente, no conocia esta marca. El servicio era bueno también. Quiero volver alli antes de volver a Barcelona 🙏🏼

Solo voy a comentar un par de cosas: La más importante, el chuletón de buey increíble, vale la pena pagar los 70€/kg para probarlo. Repetiríamos encantados. El menú bogavante bastante bien aunq el entrante un poco mejorable pero el arroz bastante bueno aunque más bueno aún el pastel de queso. Servicio bastante bueno, la única pega es que el camarero al principio nos tiró la carta y nos resultó un poco grosero esas maneras.