Cafeteria Hospital San Agustin

Profesionales de Urología un 10 porque no hay más. Las enfermeras atentas y te ayudan en lo que pueden. Auxiliares, limpiadoras, celadoras......no hay queja. Siempre se suelta algún garbanzo negro pero no por ello voy a menospreciar el trabajo que realiza este servicio, en muy especial la Dra.Calvo. La pena es que los gerentes sean tan usureros y cobren a los pacientes por ver la televisión y hasta beber agua, en la cárcel es gratis, y tengan a los profesionales explotados a horas

Estoy pendiente de muchas intervenciones y consultas y eso va lento pero bueno poco a poco y el trato de la gente excelente después de lo nuevo quemados que tienen que estar por su situación personal y laboral tras estos años tan duros. Se nota la falta de incentivos para los trabajadores que no por ello se incentivos económicos y no por ello te tratan mal para nada

Julio German del Río Riesgo. Estuve ingresado recientemente en la planta 4 de medicina interna y el trato recibido por todo el personal fue exquisito, desde médicos,enfermeras,auxiliares,etc... Mención especial a todas las enfermeras que me atendieron,Muchas gracias. Cuidemos la sanidad pública.

He pasado por desgracia muchos días y noches en este hospital con familiares, y no dejaría un comentario para hablar de las camas, salas comunes y pago de televisión (que da para otro, y largo) y lo mejor que tiene es su personal. En todas y cada una de las veces hemos encontrado a gente maravillosa, profesionales como la copa de un pino de los que nunca nos faltó una sonrisa o palabra amable, y una mano en el hombro o incluso un abrazo en los peores momentos. Lo que hace que un sitio sea mejor o peor para mí, sin duda, son las personas. Enhorabuena a todo ese personal sanitario que aguanta estoicamente todo lo que vemos y lo que no vemos y hacen que los días allí sean más llevaderos porque son el verdadero orgullo de nuestra sanidad.

Desde los administrativos, pasando por celadores, enfermería, doctores... Todos son de lo más eficiente, y muy atentos y amables. He ingresado por una dolor abdominal que resultó en apendicitis; no sólo fueron rápidos y eficientes con el diagnóstico sino que supieron cómo hacerme sentir bien y tranquila en todo momento, siempre con una sonrisa y sin prisas, me operaron esa misma tarde, se ocuparon de que la familia estuviera informada en todo momento y pudieran verme antes de la operación. La recuperación fue excelente, y ahora estoy en casa recuperándome estupendamente gracias a sus atenciones.

Ingrese de urgencias una noche con mucho movimiento, incluido un accidente. La atención fue lenta, lógicamente, aunque todo el personal fue amabilisimo, sin perder la sonrisa a pesar de las circunstancias. Me hicieron todo tipo de pruebas a lo largo de la noche hasta llegar a un diagnóstico, que al final acertó con mis molestias. El ingreso fue corto, unos días, y a pesar de las lógicas molestias, reitero la exquisita atención del personal de planta. Siempre pendientes de mis necesidades Los escasos fallos se deben más a las sobrecarga de trabajo del personal que a ninguna otra cosa. Cuidemos la sanidad pública.

Érase una vez un lugar en el que la historia se guardaba entre sus muros. Donde aplauden nuestra llegada a la vida y nos acarician la mano en nuestra partida. La hostilidad queda fuera de sus puertas y en su interior, todos somos iguales ante las manos expertas, que con cariño y vocación, pretenden hacer nuestra vida y futuro mejor, empleando como instrumento principal el corazón y el amor hacia las personas. Hoy ese lugar cumple 40 años y puedo decir orgulloso, que YO NACÍ EN EL HOSPITAL UNIVERSITARIO SAN AGUSTÍN. Dulce Victoria Pérez Rumoroso. Desde 1976.