Restaurant Taste Gran Canaria

Los precios de los platos son elevados aunque es un dato que conocía antes de llegar. Sin embargo la cantidad de comida estaba relativamente acorde al precio teniendo en cuenta el tipo de restaurante que es. Las vistas preciosas. El postre exageradamente escaso para el precio que tiene. Fue lo más desproporcionado. La camarera no hablaba muy bien español y explicaba los platos como podía. El servicio para sentarnos y tomarnos nota fue extremadamente lento. Destacar el tartar de buey con pure de papa y trufa y pieles fritas. Aunque el resto que comimos estaba muy bueno también: tosta con rulo de cabra, ceviche y lubina en mantequilla. De postre pedimos la trufa blanca, que era muy pequeña y que no era realmente una trufa.

Fuimos por casualidad y ha sido todo un agradable descubrimiento. La comida, diferente de lo habitual, deliciosa y de una calidad indiscutible. Recomiendo el bacalao porque hacía muchos años que no comía uno tan bueno. Cocina hecha con cuidado y mimo y sitio muy agradable en consonancia con el personal. Cuando volvamos a Gran Canaria sin duda repetiremos. Muchas gracias!

A nivel del producto y sabor, todo está perfecto! Muy delicioso y excelente presentación!. Destacados: panceta de cerdo y el tartar de atún. El servicio también excepcional! Lo único negativo por mencionar cualquier cosa, es el hecho de cobrar 2 EUR por persona por el pan y las aceitunas; sin preguntar con anterioridad, a pesar que lo menciona en la carta, un cobro un poco cutre cuando te vas a dejar al menos 50 EUR por persona. Súbele mejor 50 céntimos por plato y ya está.