La Tancada

Estuvimos el pasado Sábado en el restaurante. Xavi, el chef, nos sorprendió con sus platos de la casa, justo lo que esperábamos, sabor a mar: mejillones, pulpo, sepia, "rallats", "canyuts"... Todo estaba brutal. A continuación nos trajo un arroz con pulpo y láminas de panceta increíble. Destacar la atención personalizada de Xavi, se sentó con nosotros en la mesa y nos explicó curiosidades de cada plato. Mención especial también a Lucila por su atención, amabilidad y servicio. Totalmente recomendable si buscáis buen comer, sabores del Delta en un lugar rústico y apartado de la ciudad.

Fuimos a comer. Nunca dirías que en el restaurante de un càmping se come bien ,pues se rompió la regla. Pidimos un arroz de cangrejo 🦀 que como dice el nombre sabe a cangrejo,y un popurrí de crustáceos,que nunca se terminaban, se reproducían. Muy rico

Hemos ido a comer en familia y hemos quedado encantados, Aida la camarera y el resto del equipo nos han atendido de lujo, y la paella estaba deliciosa. Sin duda volveremos. De 10.

Me encanta este lugar ❤️ siempre que voy al delta me acerco aquí a comer un arroz o unas cloxinas. Me siento como en casa y puedo estar con mi perrita en la terraza.

Hola! Quiero compartir con ustedes mi experiencia. Si bien no soy mucho de publicar, en esta oportunidad, lo que vivimos me voló la cabeza, y por eso siento la necesidad de escribirlo. Con mi mujer viajamos unos días desde Bs As a Barcelona. Mi amigo Vicent vive en esa ciudad, y él, que me conoce bien y sabe cuánto disfruto del buen comer, me recomendó ir a *La tancada*, porque según él, allí se disfrutan los mejores arroces de toda la zona, y agregó como dato que la novia del dueño es Argentina. Y allá fuimos, preguntándonos si valdría la pena hacer 80 km desde Cambrils y perder medio día de playa para comer… (mi mujer tenía muy clara la respuesta pero decidió acompañarme) Llegamos entonces al delta del río Ebro, lugar muy distinto a lo que uno está acostumbrado: paisaje diferente, campos de arroz… Llegamos a *La tancada*, y luego del “hola” de una de las camareras, ya me sentí como en casa. En ese contexto me animé a preguntar por la “argentina” y ahí apareció Lucía, junto con Xavi, su novio y dueño del lugar… Nos saludaron con gran cariño, y comenzamos a hablar como si nos conociéramos de antes. Lucía nos contó que era de Melincue, lugar que cuenta con una laguna a la que yo solía ir a pescar y donde también hicimos carneadas en el campo de amigos vecinos en común… fue una alegría y una emoción muy grande hablar de gente y lugares en común. Ok! Todo muy lindo hasta ahí pero ya eran las 15.00h y teníamos que comer. Xavi se nos acercó y dijo que él no iba a atender: nos sentimos muy agasajados! Ni se imaginan cuando vimos que empezó a armarnos un menú de varios pasos para que podamos probar muchos platos. Comenzamos con unos berberechos al vapor con una provenzal muy suave, luego seguimos con unos mejillones afrodisíacos, cada uno era un shock al corazón, continuamos con unas croquetas de mariscos con una especie de sashimi de atún rojo indescriptible, también flipamos con unas croquetas de bacalao ahumado, y por ahí unas frituritas de anguila disecadas al sol, sabores únicos! Siguieron unas rabas a la romana y luego sí, llegó el plato principal, lo que fuimos a buscar… llegó el arroz, pero no cualquiera…sino el elegido por Xavi: arroz de pulpo con Panceta, no les puedo explicar lo que era ese arroz: excelente la cocción del arroz , el pulpo ni hablar, y después de pasearnos por todos los sabores de la región, Lucía nos sorprendió con una tremenda empanada de carne frita bien argenta, que al primer mordico dejó salir todos los sabores, el talento y la pasión argentina… y ahí estaba Lucía, en todo su esplendor. Para el cierre nos trajeron una torrija de vainilla que nunca en mi vida había visito ni probado: espectacular! Quiero recomendar este lugar no solo por lo bien que se come, o por la relación precios calidad, sino también por la calidad y el amor que su gente le pone a su cocina. Espero visitarlos pronto German