Un placer para los sentidos
Todo perfecto. Ambiente súper agradable, la chica q nos atendió profesional al máximo, platos tanto en presentación como sabor excepcionales y cantidades más de la q nos pensábamos. Así q perfecto todo
Lo único por poner un pero les escribí en el correo q era nuestro 20 aniversario de boda y esperaba algún detallito…
Pero sin duda para repetir
Nos regalaron una experiencia gastronómica en el restaurante Bruixes de Burriac. En esta experiencia nos entraba el menú de temporada, que suele estar por unos 40€ por persona; con tres entrantes, un plato principal y el postre; y una copa o bebida.
Primero nos sacaron de aperitivo una crema de zanahoria y curri de garbanzos. El entrante de tartar de tomate con crujiente de sardina ahumada es muy refrescante y fue el platillo que más me gustó. Como entrantes también nos sacaron un relleno con crema de espinacas y una copa de queso mascarpone con berenjena y crujiente de parmesano.
Muy recomendable también el plato principal, jugoso con un toque dulce, un asado ibérico con salsa de mostaza y melaza con dátiles (lo comimos tan rápido, que se me olvidó hacer foto).
De postre nos sacaron una genovesa con crema de chantilly y frambuesa.
Os dejo algunas fotos.
El ambiente era tranquilo, con una decoración muy agradable. La chica que nos sirvió fue muy amable y nos explicó cada uno de los platos que nos iba sacando.
Fue una experiencia que disfrutamos mucho.
Nos regalaron el pack “Escapada Relax” que incluye el menú “Experiencias del mar” (vino no incluido), en el restaurante Les Bruixes de Burriac, en la P-1 del hotel. Restaurante elegante, con decoración moderna, tranquilo y cocina a la vista. Sirven tres platos muy bien presentados, ejecutados y sabrosos, el último es una mini caldereta de bogavante. Finalizan con un postre de chocolate (éste, mejorable para mi). Puedo entender que las cantidades que sirven haya quien las pueda considerar un pelín escasas, yo por ejemplo. El personal muy muy amable. Fue una experiencia gastronómica que disfrutamos mucho.
Alfonso Garcia Verdugo
+5
Restaurante muy acogedor. Productos de primerísima calidad. Personal muy profesional y amable. Recomendado.
CRUZ ALEJANDRO HENRIQUEZ PORTILLO
+5
El restaurante muy armonioso, exclusivo para tener un convivio entre familia o amigos, en mi caso con amigos. Quienes quedaron encantados por el espacio y al observar por el cristal la dinámica de los cocineros. Sin comentario para describir la composición del menú gourmet, totalmente exquisito, todo totalmente hecho para consentir el paladar. El postre fue una explosión de sabor en la boca, justo para terminar de coronar una cena espectacular.
Recomiendo el restaurante, es una joya de lugar que sin duda visitas Altafulla debes de visitar y comer aquí. 👌🏻
Ambiente tranquilo para una cena exquisita. Servio muy atento y amable.
Ambiente moderno
Sería amable y servicial
Comida con buena presentación
Es el restaurante gastronómico del hotel Gran Claustre, de Altafulla, que ocupa un espacio minimalista y elegante, con entrada independiente del hotel y una decoración espléndida, ofreciendo una buena y actual gastronomía. Todo un placer para los sentidos, en pleno corazón del pueblo de las brujas. Dispone de una innovadora cocina abierta que permite al comensal seguir en directo la cocción de sus platos, que se elaboran dentro de una línea creativa de temporada y de mercado, básicamente mediterránea. El comedor contrasta modernidad en el conjunto arquitectónico antiguo, con piedra vista, logrando un ambiente distinguido Y al mismo tiempo agradable.
La bodega es amplia y acoge unas 80 referencias de vinos y cavas.
Su oferta culinaria ofrece varios menús de cocina mediterránea: Menú de temporada gourmet, 33 €; Menú experiencia vegana, 33 €; Menú experiencia del mar, 55 €; y Menú sensorial, 65 €.
En nuestra última visita hemos probado el menú. Para empezar una crema de trinchado con butifarra negra y tocino ibérico con pata de pulpo. Sigue un delicioso huevo "poché" con base de foie y cítricos y "velouté" de espinacas. Sigue una "tatin" de celeri con berenjena asada con pera confitada. Y termina con un rodaballo al vapor con verduritas de invierno y espuma de leche. De postre, pastelito "red velvet" con crema de nata y queso. Una buena experiencia.
Una presentación formidable los platos.
Estaban magnífico en su precisa calidad.
La atención formidable.
Y el servicio de cocina fue adecuado.
Espectacular!! Restaurante del hotel Gran Claustre, dónde nos entró la cena con un menú degustación cerrado que nos encantó. Personal muy atento y amable.
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