Chiringuito Bananas

Chiriguitazo para ver el atardecer, estuvimos a finales de septiembre y una maravilla, solo pudimos tomarnos un par de cervecitas y ver el atardecer ya que llegamos Justo a la hora, destacar que aceptan perretes y tienen cerveza Mahou Las vistas son Preciosa y el chiringuito lo tienen bastante bonito. Sitio para volver

Mi experiencia en el Chiringuito Heidi Bananas en Huelva fue simplemente inolvidable. Desde el momento en que llegué a este rincón de la costa, me envolvió una sensación de relajación y alegría que perduró durante toda mi visita. Lo primero que me llamó la atención fue el ambiente acogedor y playero del chiringuito. La decoración con colores vivos, hamacas y sombrillas de paja creaba un ambiente alegre y desenfadado. Era el lugar perfecto para desconectar y disfrutar del sol y el mar. La carta del Chiringuito Heidi Bananas no decepcionó en absoluto. Probé su deliciosa selección de platos, desde pescado fresco a la parrilla hasta sabrosas tapas locales. Pero lo que realmente destacó fue su oferta de cócteles tropicales. La piña colada y el mojito de frutas frescas fueron verdaderamente refrescantes y complementaron a la perfección el ambiente de la playa. La ubicación frente al mar era simplemente espectacular. Pude disfrutar de mis comidas y bebidas con vistas panorámicas al océano, escuchando el suave murmullo de las olas. La brisa marina y el cálido sol de Huelva crearon un escenario idílico que me hizo sentir en el paraíso. El personal del chiringuito merece un reconocimiento especial. Fueron extremadamente amables y atentos, lo que hizo que mi experiencia fuera aún más placentera.

El sitio es precioso, Justo en la playa, la música de fondo, tiene sus baños súper bonitos decorados, una ducha para poder quitarte la arena.. Lo más importante es reservar para poder comer sentado, pero aún así si no tienes reserva y tienes suerte como nosotros de coger una mesa alta puedes comer igualmente. La comida riquísima

Para mí un rincón maravilloso que descubrí hace mucho tiempo y que ya desafortunadamente para mí y afortunadamente para los dueños conoce mucha gente. Como no reserves te arriesgas a no comer. Por otro lado, el teléfono de reservas funciona cuando quiere, con lo cual es una aventura. En su favor, que hacen todo lo posible por darte de comer. Buena comida, vistas preciosas y buen ambiente; todo ello a precios razonables.

Lugar bonito y con buenas vistas hacia el mar. La comida estaba bien y generosas en cuanto a cantidad. El servicio andaba un poco despistado, entiendo que sería por que tenian muchos comensales aun que eran suficientes camareros. Pero bastante agradables. Recomendable probar las puntillitas. Precios asequibles.