Bodega Las Botas

Bodega Las Botas es un bar de tapas/restaurant de lo más tradicional de Almería sito en una pintoresca callejuela cerca de la Puerta de Purchena. Se puede ir "de tapas" (por cada bebida se ofrece una "tapa", o sea, un platillo de comida) en la terraza o de comida más seria en el interior. En ambos casos, se ofrece una amplia variedad de "raciones", de gran calidad, pero, por poner un pero, de precio "almeriense" (es decir, algo elevado para lo que son). No deja de sorprenderme el tener que dejarme alrededor de 10 € (que, por contextualizar, es bastante más de lo que marca el salario mínimo para una hora de trabajo) por un plato de tomate (estando en la tierra donde el tomate se cultiva industrialmente!). Para mí, de lo mejor el tomate raf, los calamares fritos, las delicias de atún, el secreto/pluma ibérico... Un lugar para repetir, sin duda, pero yendo advertido de que a pesar de la estética "tradicional", los precios están en línea con los de otros lugares más "lujosos".

Entré a bodega las Botas por casualidad, después de que la rusa con la que me casé me dejara en la calle y se quedara hasta el ambientador de pino del retrovisor del coche. Mención especial a las camareras. Como se nota cuando un dueño vela por el bienestar y la calidad de vida de sus empleadas. Personas serviciales, fieles, siempre obedeciendo las órdenes del dueño, son tan dóciles que parecen los pastores alemanes de la guardia civil. En cuanto a la comida, un bar de toda la vida, de esos que entras al baño y te quedas pegado en el suelo, con huesos de aceitunas debajo de la barra, de los que la madre del dueño está hartica de cocinar todo el día y tiene el delantal que parece que viene de la guerra de Siria. En resumen, cuando un jefe es el presidente de los hosteleros de Almería, tiene dados de alta a sus empleados en la seguridad social, cotizan todas las horas, les paga las horas extras y les da dos días libres, el resultado es evidente.

Maravilloso lugar con una esencia en pleno centro, gran variedad de vinos y selección de tapas y sobre todo el detalle de tener tapas dulces... Una maravilla ir y terminar con un buen vinito y un postre donde cuentan cómo tapas dulces. Decoración muy mona en la terraza donde se está muy agusto. Y como no, la atención, tanto el gerente como sus chic@s son super agradables y atentos , muy buen servicio, volveremos seguro!