Opiniones Restaurante Villa Bandida

La comida muy rica, probamos el aguacate asado con gambas y espectacular, continuamos con una paella que también estaba bastante bien y de postre nada que objetar. El pequeño fallo que si encontré es que varios camareros lucían un aspecto un poco “desbaratado” por decirlo de la primera forma que se me viene a la boca para describirles. Camisas arrugadas, pantalones igual… una imagen la verdad no muy acorde con el sitio y luego el segundo punto que no se si sea así en general pero mi primera visita si y es que desde que nos sentamos hasta que nos preguntaron que queríamos beber y nos facilitaron la carta, lo menos pasaron 15-20 minutos pero mi acompañante y yo estábamos bastante distraídos hablando y la verdad que no le dimos mucha importancia a ese detalle. De resto la verdad que el sitio es agradable, la comida está rica y el lugar como tal recomendable para todo tipo de público además.

Nos atendió María Cristina, un encanto de chica que estuvo atenta en todo momento y nos recomendó unos platos estupendos. El ambiente, a pie de playa y la decoración son inmejorables. La comida buenísima y no nos pareció caro para el sitio que es. Volveremos, recomendable 100%.

Ayer tardamos 2 horas para cenar 😓 Llegamos a las 21h, tardaron en tomarnos nota para la bebida (tuvimos que levantar las manos varias veces para que nos tomaran la nota), luego nos trajeron un sólo primero, no tomaron nota de los segundos, otra vez levantando la mano a ver si nos atendían, luego un primero llegó de último, en fin... O servicio novato o no había supervisión, o peor, nadie toma el control (6 personas y ninguno pendiente). La calidad de la comida y bebida excepcional como siempre 💜

Lugar privilegiado con comida muy rica y una atención excelente. Hemos ido dos personas al brunch, creo que la clave ha sido ir al primer turno(10am). Nos han atendido muy rápido y en 10 min teníamos nuestras tostas “bandidas” en la mesa. Recomiendo el menú de 24€. Con este puedes pedirte todas las tostas que quieras y todos los smoothis. El precio puede parecer un poco elevado por cabeza, pero teniendo en cuenta que se trata de un buffet a 2 metros del mar y con servicio de mesa…me parece una relación calidad/precio de 10.

Cena de sábado en Alicante. Pedimos aguacate con salsa bandida, tartar de atún, la hamburguesa de berenjena y bogavante con huevos y patatas. De los entrantes sin duda me quedo con el aguacate. La hamburguesa y el tartar correctos. El bogavante con huevos y patatas espectacular. El precio de la pieza es elevado pero creo que merece la pena… nos ha encantado. El ambiente frente al mar, techo con flores y demás muy bonito. El servicio no fue el mejor pero correcto ( tuve que pedir una cerveza tres ocasiones). Pagamos un precio alto pero la verdad que compensó por la calidad y lo a gusto que estuvimos.

Fuimos a cenar el viernes por la noche. El lugar es brutal, con unas vistas a toda la bahía de Alicante. Todos los platos que nos sirvieron estaban espectaculares, pero lo mejor el servicio. Unos verdaderos profesionales, nos hicieron sentir muy a gusto en todo momento. Fue una gran experiencia y repetiremos seguro.

Es una pena que al “ambiente” no se le pueda poner más de cinco, porque se lo merece. El local es único, en un lugar privilegiado, no ir allí teniendo la oportunidad es impensable. Por si fuera poco, la comida es excelente y el servicio rápido. Apenas esperamos entre platos y supieron recomendarnos.

El lugar es muy lindo, tiene vistas muy bonitas ya que está al lado de la playa y se ve súper la arena y la playa, por dentro el lugar está bien cuidado y la decoración del desayuno para servirse está muy bien acomodado, la bollería es muy rico, el zumo todo... menos el café... no me gusto mucho pero está bien el resto, si me pareció algo caro, pero bueno, seguro debe ser por la vista, el lugar... pero se sube el precio a mi parecer..., de todas maneras volvería a ir porque es un lugar para ir de vez en cuando a desconectar y disfrutar de la tranquilidad y la vista... de paso a comer...

Fuimos a comer el 31 de julio, con bastante calor fuera. Decidimos comer en interior por el aire acondicionado. Mi mujer estaba embarazada y el calor le agobia. Al llegar solo había una mesa ocupada. Nos indicaron las zonas más frescas pero decidimos sentarnos junto a la cristalera para tener las vistas al mar despejadas en una mesa a la que le llegaba el aire de un ventilador de pared. He de decir que no se si en otras mesas hubiera sido mejor, pero había demasiado reflejo del sol en el agua que me llevaba a querer comer con las gafas de sol. El local estaba muy bien decorado e invitaba a quedarse un buen rato. El servicio bien, atento y dispuesto a asistir. Se veían jóvenes y aprendiendo, cosa que no me importó. En mi caso nos atendió Betty. Comida: pedimos dos clásicos que pedimos siempre para comparar y el principal ya que no queríamos comer mucho por el calor y el estado de mi mujer. Bravas (7/10) y croquetas de jamón (muy cremosas pero faltas de sabor, 7/10). De principal mi mujer se pidió unos riggatone (los probé y estaban muy bien, mucho curro meter la boloñesa en la pasta, pero me gustan con más salsa 8/10) y yo una chuleta de solomillo poco hecha (8/10). No entendí que por lo que cuesta tenga que pagar por el acompañamiento, que aunque me lo suelo comer por no dejar nada en el plato, es un pequeño detalle. Rechacé que me sirvieran la carne con cualquier acompañamiento, no veía necesario pagar por ello. Guardamos hueco para el postre: mi mujer el gofre al horno con chocolate (lo peor fue el chocolate 9/10) y yo elegí la torrija de horchata (9,8/10). No le doy el 10 porque me sobró caramelo en el recubrimiento y porque no se donde estaba la horchata, no se si el pan estaba mojado en la horchata o el helado era de horchata. Detalles... Para mi economía no es para ir frecuentemente pero he pagado alguna vez más por menos. Vistas muy buenas, buena localización. En algún otro momento el aparcamiento hubiera sido mas complicado, yo no tuve problema por suerte.