Cabró Gastrobar

Pasamos por casualidad por la puerta y preguntamos si tenían mesa para 3 para cenar, dos adultos y un niño de 12 años y nos dijeron que si. Nos dieron la carta y nos gustaba todo pero elegimos entrantes varios, ensalada de la casa y platos fuertes para finalizar y fue todo espectacular, el sabor de los platos, la presentación ideal, el restaurante muy acogedor y el servicio si le pongo un 10 me quedo corta como nos trataron, muy muy aconsejable el restaurante Cabró, enhorabuena a sus dueños y a su equipo que lo lleve, ojalá nunca pierdan las ganas con las que trabajan, muchas gracias

Nos sorprendió gratamente, Comimos estupendamente en un ambiente muy agradable, el chico que nos atendió, Álvaro ,estuvo de 10 muy simpático y siempre aconsejándonos, el local super limpio y muy cuco, si en otro momento regresamos a Alicante sin duda volveremos, felicidades a todo el equipo y también a los chef, un precio correcto para una comida de calidad

Increíble experiencia. Lugar íntimo, tranquilo y muy bien situado. Comida deliciosa y con platos estilo gourmet. Los mozos hicieron del lugar algo excepcional! Muy atentos y simpáticos, sobre todo Álvaro quién sobrepasó las expectativas de un mozo ejemplar! Si buscan darse un respiro en la ciudad de Alicante, este es el lugar indicado.

Me encantó. Fuimos anoche a cenar mi pareja y yo y fue una velada estupenda. El servicio muy atento y amable y la comida deliciosa. Ninguno de los platos fallo. Recomiendo especialmente el huevo 65 con migas. También tomamos tartar salmon con mango y pollo satay y riquísimo. De postre la milhoja , de las mejores q he probado. Desde luego volveremos y probaremos más cosas. Enhorabuena.

Primera vez en Cabró Gastrobar y nos gustó. Empezamos con una ensaladilla rusa para continuar con un pulpo muy bueno acompañado de un parmentier de patata riquísimo. Las japo bravas con alioli de wasabi no picaban tanto como esperábamos pero estaban buenas, así como el calamar. Pedimos dos tipos de arroz (uno con secreto ibérico y setas, y otro con atún, gambas y ajetes) muy ricos y un solomillo de cerdo salteado con verduritas orientales con salsa de teriyaki de trufa espectacular. Rematamos con una milhoja de hojaldre caramelizado con crema de vainilla y una torrija de pan brioche con helado de turrón de Jijona. El servicio, con buenas recomendaciones sobre el menú y las cantidades y un trato cordial, de diez.