Restaurante Templo

4,5 estrellas. Hay que decir que su carne madurada tiene un sabor muy fuerte (no solo a carne sino a las especias con las que maduran la carne) que puede no gustar a todo el mundo. A mi me gustó (pedimos de 60 días de maduración y nos dieron uno de 92) pero repito, es un sabor muy peculiar. Como entrantes la cecina de 10 y de postre la tarta de queso muy buena también. La bodega algo cara a mi parecer y la carne de Angus me decepcionó un poco, de ahí que en mi opinión se quede a un paso de la excelencia.

Nada más llegar y oler el panorama sabes que estás entrando en un buen sitio de carnes. Y si aún no lo notas verás la nevera de carnes de la entrada que ya no deja lugar a dudas. Ubicado en el centro de Alicante entre una calle de un sentido y otra peatonal. El aparcamiento no es sencillo, pero como cualquier sitio del centro. El local por dentro es más bien pequeño pero consta de una terraza con bastantes mesas en la parte exterior que en épocas estivales dan juego. Fuimos a cenar. Pedimos la carne con mayor grado de maduración, un buen vino tinto y varios entrantes. El resultado no podía ser mejor. La carne estaba perfectamente hecha y sabrosa. Para los amantes de la maduración no es el tipo de carne más potente, pero se nota que cuidan mucho el sabor. Posiblemente el mejor restaurante de carnes de Alicante ciudad. Para provincia tengo otras preferencias.

Chuletón de mini60 días de maduración 1.115kg a 68€ / kg , muy poco hecho y salió tierno, a mi pareja le encantó yo también aunque prefiero con más sabor, la próxima pruebo Rubia gallega. El steack tartar perfecto el vino muy adecuado y el precio en adecuación con el sitio el servicio y la calidad , volveremos.

Cómo amantes de la carne mi pareja y yo, teníamos que probar este restaurante. Y la verdad es que la experiencia fue espectacular. Unos aperitos buensimos. El chuletón de Rubia gallega muy jugoso y con un punto perfecto. El trato del personal muy amable y cercano. Y por último una relación calidad precio muy acertada. Volveremos seguro.

Fuimos para celebrar nuestro aniversario de boda y buscábamos algo diferente y no defraudó. Una experiencia gastronómica exquisita. Desde la calidad y sabor de la comida, hasta la atención recibida por parte del personal. Mencionar sobre todo la atención de Johnny, que siendo nuestra primera vez acertó con todas las recomendaciones y nos hizo sentir super agusto. Lo único que me fue un poco incómodo en tema de espacio para ver hacerse el tartar y cortar la carne, ya que tuvieron que hacerlo detrás mía y tuve que estar girado todo el rato para verlo, pero es un mal menor. Pero en términos generales lo disfrutamos muchísimo y volveremos algún día. La carne se sirve con una ración de patatas (buenísimas, podría haber cenado solo eso) y una pequeña ensalada. Recomendar sobre todo el steak tartar (te lo preparan en la mesa) y la cheesecake que está para morirse.