La Cupula

Fuimos bastantes personas y a pesar de ocupar varias mesas nos trataron genial en todo momento. El menú fue servido rápido y muy decentemente. Muy bueno cada plato, sin destacar ningún por su excelencia pero todos bastante buenos. Como recomendación el solomillo. El postre tampoco me encanto. Por cierto el espacio es asombroso, una incluía reconstruida.

Una grata experiencia. La singularidad del local, su excelsa cocina, la calidez del ambiente, la amabilidad en el trato, la calidad del pan, son motivos para valorar muy positivamente un buen restaurante, pues bien, el Restaurante La Cúpula puede hacer alarde de todos ellos: Reservé en este restaurante para probar sus especialidades y ha sido todo un acierto. El trato al cliente es extraordinario, muy amable y profesional, haciéndonos sentir cómodos y bien atendidos en todo momento. La mesa perfectamente vestida en tela, impecable, suficientemente amplia, con sillas bastante cómodas en un comedor encantador, con una ambientación musical muy agradable. Pedimos el Menú Cervantino: formidable ejecución y magnífica presentación de los platos, la calidad de los productos es incuestionable. Postres correctos. Hay que destacar que todas las raciones son suficientemente generosas en tamaño y cantidad. La nota negativa de nuestra visita no la voy ni a tener en cuenta por la forma tan discreta del Maître para solventarla y no baja ni un punto mi calificación a esta velada. El precio es algo elevado (IVA aparte), acorde a la calidad de todo lo descrito, pero te administran la ‘dolorosa’ con un rico paliativo en forma de licor de hierbas. Al dar finiquito a tan ricas viandas, percibimos un profundo sentimiento de satisfacción y de haber comido realmente bien, dando al traste con cualquier intento de dieta adelgazante.

Hacia ya tiempo que quería ir a este restaurante y el día de los Santos visitamos este "convento" Elegimos un menú "Cervantino x 2" y no me daba tiempo a fotografiar los platos compartidos de lo que disfrutamos. Elegimos entrecot, nos trajeron una plancha para mantener el calor y hacer al gusto. No pudimos acabar con el 2° entrecot y nos lo prepararon para llevar. Un placer los postres . Cuidadisima atención por todos los camareros, en especial Victor Manuel pendiente en todo momento y amable como el que más. Volveremos seguro.

Restaurante ubicado en pleno centro histórico de Alcalá, en un edificio maravilloso, un antiguo convento. Habíamos solicitado comer en la nave principal, la antigua iglesia, y nos sentaron nada menos que bajo la gran cúpula. El único inconveniente, el nivel de sonoridad, que en un edificio así es difícil de amortiguar. El servicio nos sorprendió por la rapidez y por su profesionalidad. La comida magnífica, destacaría la tosta de sardina ahumada y el postre de costrada. Muy buen asesoramiento de menú y de vinos. Precio en consonancia al nivel de lo recibido.

Restaurante en el centro de Alcalá de Henares, Ciudad complutense. Antigua iglesia capuchina franciscana reconvertida en restaurante. Recibe el nombre de cúpula por su nave central. Majestuosa en imperial. Restaurante amplio y con terraza para verano. Mesas amplias con buen servicio de camareros. Buen género con carnes de buena calidad y pescados de temporada. Hay tres menús a mesa completa. Interesantes y abundantes para ser menú al centro. Menús infantil con varias opciones. Carta de vinos con bastantes referencias. Restaurante con una carta clásica y abundante que es merecedor de 5⭐

Teníamos ganas de probarlo y nos ha gustado bastante. El sitio y la decoración son muy originales y merece la pena conocerlo. De bebida, tienen Mahou y Alhambra de tercio. Para comer pedimos asado de verduras con ventresca, merluza rebozada, pato y paletilla de cordero (esto lo mejor y lo que más nos gustó!). La costrada no tenía mucho hojaldre pero buena también.

¡Un lugar con encanto! Según entras tiene un pasillo estrecho y no te imaginas el salón que tiene…cuando estás dentro y ves que vas a comer dentro de un Imponente restaurante castellano con patio enmarcado en el interior de la iglesia de un convento del s. XVII. es una pasada! El servicio muy atento en todo momento, la comida calidad precio muy buena. ¡Sin duda un sitio para repetir!

Comí el Sábado con una amiga,la cual llevaba tiempo sin ver. Casi no pudimos hablar ya que los camareros en su empeño de hacer " bien" su trabajo ,estaban cada dos por tres en la mesa preguntando si nos servían más vino o más ensalada o nos preparaban el cordero.....muy agobiante Queriamos comer y hablar...nada más Estuve más tiempo contestando a los camareros que hablando con mi amiga A veces menos es más Por lo demás todo correcto

El sitio es original y se come bien. Sus precios son medio altos pero la calidad lo merece. El servicio muy atento, servicial y amable. Le quito una estrella porque es inadmisible que la tarta de queso no esté a la altura en un restaurante de éste nivel. Parece broma pero en nuestro caso sólo pedimos postre si hay tarta de queso y si no es buena pues como que arruina el resto. No quiero terminar con algo negativo porque la experiencia fue buena y recomendable. Acompañaron la comida con un detalle final de chupitos de hierbas que acentúa el buen servicio del restaurante.

El restaurante es muy original, ya que cenas en un antiguo convento , el servicio es inmejorable y la carta también nos gustó. Cenamos 4 personas , los entrantes recomendaría el pulpo braseado y las tostas de ibérico y tomate . Cada uno comimos un segundo plato y lo regaños todo con una botella de Ribera . Solo pedimos un postre para compartir y pagamos 38,5€/persona. Relación precio/calidad/servicio muy buena