Asador Gastronómico La Perdida

Comida de 10, nos gusta ir entre semana, y siempre está súper tranquilo, el trato de 10 y la comida exquisita, una carta completa pero sin demasiados platos, lo cual facilita mucho la elección. Su punto fuerte son las carnes, pero si pides algo de pescado su elaboración es perfecta. Mis platos favoritos son el huevo trufado, el arroz con solomillo (puro espectáculo) y cualquier carne de su vitrina. Aunque yo suelo apostar casi siempre por el solomillo. Buena relación calidad-precio.

Espectacular desde la entrada... Fuimos atendidos por Coral, atenta y servicial en todo momento; además comparte gustos culinarios! Pedimos 3 entrantes y una carne de 120 días de maduración, todo para compartir 2 personas, increíble todo! He de decir que la guarnición( que la cobran a parte) es una barbaridad, suerte que somos de comer mucho y nos pudimos acabar todo aunque tuvimos que descartar los postres. La próxima será para probar el menú degustación. P.D. No es sitio para todo bolsillos ni para venir regularmente, pero me voy con la sensación de pagar un precio acorde a la calidad y servicio.

Fuimos a cenar un par de tapitas y unos huevos trufados porque habíamos visto que tenían buena pinta. Pedimos una ensaladilla, croquetas, un rollito, huevos trufados y una torrija. La verdad que bien, lo que más nos gustó fue el pan, las croquetas y el rollito. Los precios son elevados, en especial para la torrija aunque sea casera. Le doy 4 estrellas porque los huevos trufados nos gustaron pero no nos encantaron y eso sí el servicio fue genial, y encima pedimos chocolate y nos derritieron ganache y no nos cobraron de más.

Con la idea de salir un poco de la ciudad y cambiar de aires estuve mirando restaurantes fuera de Sevilla y entre otros dos, finalmente, reservé aquí... Y ha sido todo un acierto. No hhabía leído previamente opiniones ni he ido aconsejado por nadie, después de buscarlo por google maps visité la web y, entre la carta y las fotos, decidí que teníamos que ir. El lugar me ha gustado mucho. Fácil para aparcar, bonito enclave y muy tranquilo. No estaba muy concurrido, lo que también es de agradecer. El restaurante es acogedor, invita a disfrutar de la velada y se está muy a gusto. La chica que nos atendió cercana, simpática, agradable y profesional, nos hizo algunas sugerencias (que siempre es de agradecer), a las que, después de pedir la bebida (un tinto muy bueno) nos aconsejó de entrantes un foie a la parrila en torrijas de frambuesa (exquisito) y croquetas caseras. Después llega el momento de la carne y uno, aún fanático carnívoro perdido, pidió consejo. Nos aconsejó y pedimos el chuletón de vaca charolesa, dos lagrimones se nos cayeron allí... Siempre atentos, nos acercaron al poco tiempo una piedra caliente para calentar el pedazo de chuletón que teníamos por delante. Pudimos con un postre (torrija con bolita de helado) y café. Por todo esto se merece la máxima puntuación. Precio elevado he leído por ahí? Bueno, creo que por un servicio excelente, una comida de calidad, un lugar singular, una carta bastante completa y una experiencia muy agradable la balanza está francamente equilibrada. Un 10.

100% recomendable. Empezando por el sitio, una hacienda en medio del campo preciosa y muy cuidada y moderna por dentro. Parking de sobra. La carta no es extensísima pero está muy bien, variedad de carnes y también variedad que se ajusta a varios niveles de bolsillo, no me pareció caro para la calidad y el tipo de comida del que hablamos. El servicio atento, aunque un poco lento. La comida estaba espectacular, tanto la carne como los entrantes, especial mención al huevo trufado.