Fuimos a cenar mis amigas y yo , en total 3 comensales , empezamos por un jurel marinado con salsa agridulce que la verdad a mi no me gusto, el sabor era el de un boquerón sin más como el que puedes comprar en cualquier supermercado, continuamos con unos fritos de merluza que tampoco me sorprendieron nada y además eran escasos y después un arroz con berberechos y marrajo lo más sabroso con diferencia y además más abundante que los otros platos . El postre una tarta de queso y lima que es como comerte un bocadito de limón de cuétara (una galleta industrial)sin más . Muy caro para lo que se ofrece, muchísimo calor en el comedor y eso si una atención magnífica por parte del camarero eso es destacable y un punto a favor sin duda.
Local interesante para un picoteo informal, decoración moderna y ambiente distendido, mesas altas y bajas en la entrada, cocina abierta, comedor al fondo. Variedad de vinos, algunos por copas, posibilidad de comprar botellas de la carta para llevar a casa a menor precio. Carta interesante, buena presentación y servicio muy adecuado, amables y dispuestos, nos aconsejaron muy bien en cuanto a cantidades.
Este gastrobar fusiona lo tradicional con lo alternativo, ofreciendo un menú vibrante con tapas, raciones y platos que giran según la frescura de los ingredientes de temporada. 🍽️
En nuestra visita con un grupo de 10 personas, nos sumergimos en una experiencia acogedora con una mesa reservada en la parte trasera 🥄 Comenzamos compartiendo exquisitas tortillas y una ensaladilla que robó el protagonismo, aunque las tortillas podrían haberse animado con una pizca más de sal. 🍳
Los platos principales fueron lo mejor. Yo tomé unos canelones de jarrete con una pasta fina🍝 de temporada pedimos jugosas carrilleras de jabalí 🐗 y un sorprendente calamar con agridulce de tomate seco 🦑, un verdadero festín de sabores. Los vegetarianos no quedaron atrás con una berenjena a la brasa, que estaba un punto tirando a poco hecha 🍆. Ojo que las setas no valen para veggies ya que tiene caldo de carne.
El dulce final compartido fue todo un éxito. La tarta de queso y lima conquistó paladares, mientras que los eclairs de cacahuete, intensos y deliciosos, conquistaron a los golosos empedernidos. Todo esto, acompañado de un precio equilibrado de 25€ por persona, incluyendo las bebidas, nos dejó satisfechos. 🍰🥂
Cuando la profesionalidad y buena actitud son el sabor de boca que te llevas del local quiere decir que funciona. Oferta gastronómica bien ajustada, local moderno y cuidado el detalle y el servicio en sala muy esmerado y natural(Gabriela una crack). Además todo riquísimo.
La comida estaba rica, pedimos la ensaladilla culuca, que no era demasiado especial; el canelón de jarrete estofado, que si estaba rico y acabamos mojando pan en la bechamel; y el bonito a la parrilla con agridulce de tomate seco, que este estaba espectacular y si lo recomendaríamos 100%.
Un buen sitio para comer o cenar. Algunas de las raciones vienen también en formato de tapa; esto te permite probar una mayor variedad de platos. Toda la comida estaba bastante bien, aunque la mini tortilla quedó algo salada. Las croquetas tienen un sabor especial. El steak tartar de vaca muy bueno. Y los canelones de jarrete, un plato distinto a lo que se come habitualmente.
No es un sitio barato pero tampoco es extremadamente caro. Nosotros éramos tres (adjunto ticket).
Claudia Varela Bermúdez
+5
Personal muy atento y comida casera muy rica. Fui con una amiga de afterwork y nos encantó el menú del día (crema fría de calabacín y canelón con boletus. De postre tuvimos macedonia y helado de nata). Repetiremos fijo!
Comida: muy rica.
Servicio: mejorable.
Precio final: sobre los 80€. Algo caro para 1 entrante, 2 segundos y dos refrescos sin postre ni café.
Maria jesus García Moar
+5
Éramos tres y dos pedimos menú y uno pidió croquetas, solomillo y tarta de queso con lima , todo muy rico
Comida local de muchisima calidad. Un servicio estupendo. Experiencia 100% recomendada.
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