Restaurante Finisterrae La Torre

Un buen restaurante cerca de la Torre de Hércules. Es un bonito restaurante y limpio. La comida estaba, en general, buena. La merluza buena, las patatas también así como la carne asada. Sin embargo, los callos no han sido la guinda del pastel. Además, las raciones podrían ser más grandes. Aún así por un menú de 12€ está bien. Y hay que decir que los postres están exquisitos (y te pueden ofrecer fruta), y que sirven muy rápido. Sí estás buscando un restaurante con buena relación calidad-precio, ¡no busques más!

Dos menús, 20€ y 10€ (especial y del día) y carta. Decidimos ir a por éste último. Después de terminar el primer plato, uno de los camareros nos comunicó que no quedaba ni el codillo ni la lubina de 2ndo plato, justo lo que pedimos. Como opciones nos dió rotí de pavo o jamón cocido. Fuimos a por el rotí. Al tema. La comida en general es aceptable para el precio que tiene. Buen sabor, cantidades adecuadas y presentación normal y corriente. Algo lento el servicio. Nada destacable pero más que decente. Está al lado de la Torre de Hércules.

Es un buen restaurante. La comida es buena. El cocinero o cocinera es de sobresaliente. Sin duda!. No le doy las cinco estrellas porque tiene que mejorar: La limpieza ( un camarero no puede servirte en un restaurante sin lavar manos y uñas). La organización (Tener reserva para la una y media y tener que esperar muchísimo tiempo). Con respecto a la carta. No puedes decir que a la una y media ya no tienes croquetas de marisco, cuando estaban empezando a servir comidas. Después no cobres las croquetas de jamón a precio de las de marisco). Puedo seguir pero no lo haré porque ya se lo dije directamente al dueño. Volveré y ojalá tenga en cuenta mis críticas. Detalles que marcan la diferencia entre un notable y un sobre 😉

Nos atendieron fuera de hora y con una sonrisa. No hay nada mejor para un peregrino que la hospitalidad. Nos encantó la atención de José Luis (de República Dominicana) y de la responsable de sala (cuyo nombre, vaya!.., no recuerdo) y la rica comida del menú a un precio más que asequible. Muy rico el Godello y el Albariño. Un lugar sencillo, sin pretensiones, pero recomendable, limpio y luminoso. No sé si fue por las viandas, por la buena gente que allí trabaja o por la cercanía de la bella costa coruñesa, junto a la torre de Hércules, pero guardo un gran recuerdo de aquella tarde.