Grand Cru Cafe La Cantera

Sitio con un ambiente clásico muy al día. Especialidad en cafés, vendían directamente por si alguien está interesado. La carta no muy extensa pero los platos cuidados. Atención estupenda, teníamos que irnos con prisa por un viaje y nos dieron prioridad en cocina. Mi hamburguesa muy contundente, especial mención a la carne que se notaba muy casera y diferente a lo convencional ya que estaba hecha de lomo de cerdo.

Estuvimos para comer 4 personas. COCINA: Pedimos lasañas y ñoquis con carne muy buenos los dos platos y muy grandes no pudimos con todo y nos lo llevamos. También una hamburguesa de cerdo con guacamole y mas cosas que estaba bien. La velocidad de cocina es regular y el tamaño de los platos grande. SERVICIO: Muy agradable. LOCAL: Es bonito con una máquina de cafe muy especial. PRECIO. Muy buena relación precio/calidad

Siempre que vamos mi hermana y yo nos pedimos té matcha, sin duda el mejor que hemos probado! Alguna que otra vez también pido una porción de sus deliciosas tartas para acompañarlo, os las recomiendo. Sus camareros atentos a la vez que muy amables en todo momento, decir que la decoración también es súper bonita.

Es un local muy acogedor, precioso y con mucho encanto; con una decoración clásica y techos muy altos. Perfecto para degustar una buena taza de su excelente café hecho en una espectacular cafetera de lo más original; una Elektra Mini Verticale italiana que muestra una gran belleza. La Cantera Grand Cru Café era una antigua bodega y han sabido respetar el estilo original del local. Una maravilla de sitio, 100% recomendable.

Reservamos para cenar un viernes porque sabíamos que los fines de semana suele llenarse. Y cierto es que se llenó. Dispone de terraza con vistas al palacio ópera y el interior es muy chulo, techos altos, deco vintage... Acogedor. Justo de tamaño pero bien aprovechado. Pedimos un entrante (croquetas) y unos canelones de carne con setas. Todo rico, quizás los canelones más suaves de lo que esperábamos pero mejor, porque así los pudimos comer sin tanto empacho. Croquetas no nos sorprendieron mucho. De postre pedimos una tarta banoffe y rica. De hecho ya conocía alguna tarta mas de este sitio (durante pandemia compré para llevar un par de veces, y una de pistacho me sorprendió gratamente, muy rica). Personal atento.