Mesón La Dehesa De Pancorbo

Restaurante familiar con un menú excelente. Solo disponen de menú, pero muy completo y abundante. Primero tomamos una cerveza en la barra y puedes elegir aperitivo. Éramos 4 y terminamos pidiendo solo 2 menús porque era más que suficiente. Las judías, mantequilla. Las patatas revolconas con sabor a laurel como las de mi madre y de segundo chuletón de vaca. Postre tarta de queso casera. Fuera, los niños pueden disfrutar de la pequeña granja con cabras, ponis, caballos… Mejor reservar, se llena. Aceptan pago con tarjeta y son dogfrienly ( con lo que no estoy muy de acuerdo)

Recomendable totalmente!!! Ya en el parking empieza la fantasía con los animales y vegetación. El encanto del mesón, con la chimenea, las vigas de madera, la decoración… El servicio increíble, atento, cercano y rapidísimo. Y por terminar no menos importante la comida, no dejamos nada en el plató y no fue porque fueran pequeñas las porciones, estaba todo buenísimo. Y para poner broche a esta experiencia la pudimos compartir con nuestro perro.

Hoy hemos ido a comer toda la familia. La sopa castellana, el cochinillo asado, las croquetas, los postres caseros, el café... absolutamente todo está espectacular! Servicio excelente y atento en todo momento. Situado en plena naturaleza. Ambiente confortable y muy familiar. Totalmente de acuerdo en que la Guía Repsol les distinga con un Solete. Repetiremos sin duda !!!

Hemos comido ayer en un encuentro de primos hermanos, 32 personas. Restaurante increíble y sensacional. Inmejorable el trato por parte de todo el personal, la comida estupenda, especialmente el cochinillo y las patatas revolconas con unos torreznos que te llevan al mismo cielo. Todo nos hizo disfrutar al máximo para esta celebración y nuestro inmenso agradecimiento. Por su profesionalidad, con un precio excelente y muy barato, y una calidad de productos impresionante. 100% recomendado para cualquier evento y por su entorno y tranquilidad.

Hemos comido aquí hoy, domingo. Menú con chuletón de Ávila por 25€ y con otro segundo, en nuestro caso chuletitas de lechal, 22€. De primero pedimos paella de marisco y pollo y patatas revolconas. Para finalizar, postres caseros: flan de queso y natillas. La comida abundante y muy buena. El trato excelente y para rematar la experiencia, son "petfriendly", pudimos estar con nuestro perro. Si volvemos por la zona, repetiremos seguro

Comida familiar, dos menús a elegir, con primero, segundo y postre, los niños pedimos menú para compartir y sin problema, de hecho lo sugirió el camarero. Lugar tranquilo, los camareros super atentos, amables y educados. La comida todo bueno. Para rematar te ofrecen chupitos tanto con, como sin. El café muy rico. Entorno espectacular, en medio del monte. Repetiremos.